Los nuevos Intel Core con AMD Radeon permiten fabricar equipos finos y ligeros

La nueva familia de procesadores Intel de octava generación por primera vez integran unidades gráficas AMD Radeon RX Vega M

Publicado el 09 Ene 2018

Procesador Intel Core con gráfica AMD Radeon RX.

En las últimas semanas, Intel ha sido noticia por las vulnerabilidades detectadas en sus procesadores por fallos de fabricación. Ahora, el gigante del silicio vuelve a ser actualidad, pero porque está preparando, junto con AMD, el desembarco de un nuevo procesador. Se trata de un chip que combina las CPU de Intel con las unidades de gráficos (GPU) de AMD. El resultado será la aparición de una nueva familia de procesadores Intel de octava generación que por primera vez integran las gráficas AMD Radeon RX Vega M. Se trata de una tecnología optimizada para convertibles 2 en 1, portátiles ligeros y miniPC.

Entre los dispositivos que se lanzan y que van a contar con este procesador, destacan sistemas 2 en 1 nuevos, finos y ligeros de Dell y HP, además de los miniordenadores NUC más potentes de Intel. La nueva 8ª generación de procesadores Intel Core se va a ofrecer en dos configuraciones: Intel Core con gráficas Radeon RX Vega M GL (65 W de potencia total); e Intel Core con gráficas Radeon RX Vega M GH (100 W de potencia total) y que incorporan una configuración desbloqueada.

Intel dio a conocer a principios de noviembre los primeros detalles sobre su nueva incorporación a la 8ª generación de procesadores Intel Core . Estas unidades combinan una CPU de cuatro núcleos de Intel, con gráficas Radeon RX Vega M y 4 GB de memoria HBM2 dedicada, usando para ello la tecnología Embedded Multi-Die Interconnect Bridge (EMIB) de Intel, que actúa con un puente de información inteligente y de alta velocidad entre la GPU y la memoria HBM2 y reduce la huella de silicio habitual a menos de la mitad en comparación con los componentes discretos implementados por separado.

Los OEM pueden fabricar equipos más finos y ligeros

Con estos ahorros de espacio, los OEM tienen más libertad y flexibilidad para elaborar unos dispositivos finos y ligeros. Por ejemplo, muchos sistemas de 3 años de antigüedad pesan casi 3 kilos, tienen baterías de unas cuatro horas de duración y un grosor de más de 32 mm. Con este nuevo procesador, los amantes de los dispositivos pueden disfrutar de unos equipos de menos de 17 mm capaces de funcionar hasta ocho horas con una única carga, ofreciendo al mismo tiempo un rendimiento del siguiente nivel.

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Redacción Channel Partner

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