Marruecos es el país africano que más inversiones españolas acumula. El 52% de todo el capital español invertido en África se realiza en el reino alauí, en concreto va destinado a los sectores de industria (33%), turismo (24%), inmobiliaria (24%) y banca (12%). En apenas dos años, Marruecos ha pasado del puesto 27 al 12 en el ranking de destinos preferentes de inversión para las empresas españolas.
La primera visita oficial a España del ministro de industria, comercio y nuevas tecnologías de Marruecos, Abdelkader Amara, ha servido como motivo para organizar el encuentro empresarial “Marruecos, oportunidades de inversión para las empresas españolas”.
La buena dinámica económica de nuestro vecino magrebí, con un crecimiento anual del 5% junto a su localización geográfica (a tan sólo 14 kilómetros de España) sirven de atractivo a las más de 800 empresas españolas que están internacionalizadas en el país vecino. Esto ha provocado que España se haya convertido en el segundo socio comercial de Marruecos, con un volumen total de inversión que representa el 17% de la tasa de inversión extranjera, por detrás de Francia (49%) y por delante de Emiratos Árabes (5%).
El gobierno de Marruecos prevé que la reciente inauguración, en febrero de 2012, de una fábrica Renault en Tánger venga acompañada de un aumento de inversiones de otras empresas del sector en el país. Asimismo, pronostica que la industria aeronáutica experimente un importante crecimiento después de la llegada a Marruecos del grupo canadiense Bombardier, quienes firmaron un acuerdo con Marruecos en 2011 para empezar a producir en el país a partir de 2013.
Es preciso señalar que El Pacto Nacional para la Desarrollo Industrial marroquí se centra en el desarrollo de infraestructuras y de 24 parques industriales integrados dedicados a los sectores de la automoción, la aeronáutica, la electrónica, el nearshoring, la industria textil y la agroindustria.
Por otra parte, las empresas extranjeras que se instalan en Marruecos se benefician de atractivos incentivos fiscales, como la exoneración del pago del impuesto de sociedades durante los 5 primeros años y un impuesto reducido del 8,75% para los 20 siguientes.
