Empiezan a aclararse las cosas después del fiasco del Galaxy Note 7, el que iba a ser el teléfono estrella de Samsung estas Navidades y que ha tenido que retirar del mercado (y suspender su fabricación) por defectos de fabricación relacionados con la batería. Mucho se ha especulado estos días sobre el coste que tendrá el Note 7 para la multinacional coreana –se habla de cifras entre 5.000 y 17.000 millones de dólares-, pero más si cabe se ha hablado de cómo la firma va a recuperar la confianza de los compradores, el bien más preciado para una marca, a pesar de que sea un intangible.
Pues bien, Samsung ya se ha puesto a trabajar para minimizar el efecto del fracaso del Note 7 y evitar que sus futuros compradores se vayan a Apple, LG, Huawei, Lenovo o incluso Google, que ha vuelto a la carga con smartphones de marca propia. Una de las primeras cosas que ha hecho es dar incentivos de 100 dólares a los usuarios que adquirieron el fallido teléfono en EEUU y Corea del Sur, donde Samsung tiene sede es primera corporación industrial. Y lo hace como “muestra de aprecio por la paciencia y fidelidad” que han tenido con la marca a pesar de todo. Eso sí, esos 100 dólares irán a los que se decidan a cambiar el Note 7 por un teléfono de Samsung. Los que opten por irse a la competencia se tendrán que conformar con 25 dólares “por las molestias”.
No se sabe por el momento si va a haber incentivos económicos para los usuarios españoles que se hicieron con el Note 7. Aunque en este país no se han vendido mas que unos centenares de unidades del aparato.
Por otra parte, y para garantizar la seguridad de los usuarios, la compañía ha enviado a sus clientes en EEUU envases y guantes a prueba de fuego para que devuelvan el aparato sin correr riesgos. Además, la compañía ha recordado que los envíos de los aparatos deben hacerse por correo terrestre, y no por avión, para evitar problemas mayores en caso de que las baterías se incendien. La previsión inicial de ventas del Note 7 era de 19 millones de unidades, y cuando se conocieron los problemas de las baterías habían salido de fábrica 2,5 millones.
