A la fuerza ahorcan. La crisis económica que vive España desde 2008 y la bajada de la demanda interna ha llevado a muchas empresas a buscar salidas en el exterior. Y eso está pasando en un país con un tejido empresarial poco dado a las aventuras. Como consecuencia, la balanza comercial, la diferencia entre las importaciones y las exportaciones, se ha achicado desde que comenzó la Gran Recesión. Según el Instituto de Comercio Exterior, entre 2006 y 2008, el déficit osciló entre los 90.000 y 100.000 millones de euros. Sin embargo, en 2009 cayó hasta los 46.000 millones y en 2011 acabó con una cifra históricamente baja: 39.000 millones. Sigue negativa, pero mucho menos.
Además, las cosas deberían seguir así a corto y medio plazo. Nada indica que la demanda doméstica vaya a tirar debido a los ajustes de la Administración y a la incertidumbre instalada en las empresas. Una atonía a la que, como recuerdan desde Safelayer, también contribuye la política de recorte que afrontan otros estados europeos. Según la CEOE, el negocio exterior aumentó un 20% en el primer semestre de 2011. Además, según Regus, proveedor de espacios de trabajo, el 90% de las empresas españolas que operan en mercados internacionales tienen previsto seguir expandiéndose en 2012. Susana Navarro, directora de marketing de Tecnocom, consultora que espera hacer un 25% de su negocio en Latinoamérica en 2012, está convencida de que ahora es el momento de invertir y abrirse camino en otros países. Ramón Vidal, el director general de Adimpo, mayorista especializado en consumibles y una de las compañías más internacionales del canal informático nacional, adelanta que este año será muy duro para los que no se aventuren a salir del entorno del euro, que también lo está pasando mal. Históricamente, hemos sido un país con pocos emprendedores en el exterior. El sector tecnológico, de hecho, es uno de los más importadores. Por cada euro de productos y servicios que se exporta, esta industria importa cuatro. Vidal lo achaca a la falta de fabricantes locales y de innovación. “Son muchas más las compañías multinacionales europeas, japonesas o americanas que, desde hace décadas, copan totalmente el negocio TI nacional”.
Sin embargo, las cosas empiezan a cambiar. El ejemplo de la propia Adimpo, que durante la última década del siglo pasado abordó su internacionalización, es significativo. Como consecuencia, Adimpo vende más fuera que dentro, y sobre todo lo hace en Francia, Alemania, Italia y Portugal. Ignacio Manrique de Lara, director de operaciones de Panda Security, dice que si me miran las cosas con perspectiva el balance es bueno. “Hace unos años estábamos prácticamente solos, pero la tendencia está cambiando. Cada vez hay más empresas que se internacionalizan y tienen mayor presencia fuera de España. El desarrollo del software se está globalizando y lo importante son cada vez más las ideas. Aquí no nos faltan y cada vez hay más casos de éxito”. Grandes consultoras como Tecnocom, Indra o Everis también han abierto muchas delegaciones en el exterior al calor de la expansión de las grandes multinacionales españolas, como los bancos, Telefónica, Zara o Repsol. “Todos los grandes clientes con presencia internacional requieren de sus proveedores capacidad de prestación de servicio en varios países, por lo que ser internacionales es fundamental para los que trabajamos en el sector”, dice Susana Navarro, de Tecnocom.
La salida exterior ha servido, según indica Adolfo Borrero, presidente de Eticom, patronal andaluza de las tecnologías de la información, para mantener la facturación en los últimos tiempos del macrosector TIC. Desde esta patronal, precisamente, están trabajando para que los asociados se lancen a la piscina siguiendo el ejemplo de firmas con más solera internacional como Indra o Telvent. “Un 10% de nuestros asociados, unos 40, están comenzando a trabajar en programas internacionales, mientras que 15 de esas empresas ya tienen implantación y proyectos tangibles en otros países, aunque se trata de las de mayor tamaño”. Pero el mundo es muy ancho y conviene saber dónde las empresas españolas de TI buscan sus oportunidades. Por lo que han contado las firmas con las que CHANNEL PARTNER se ha puesto en contacto, los mercados latinoamericanos siguen siendo el primer objetivo, todavía más si se tienen en cuenta las dificultades por las que pasa Europa. La consultora Tecnocom, por ejemplo, ha creado centros de excelencia en Chile, Colombia y México, aunque también desarrolla proyectos de telecomunicaciones en Paraguay, Bolivia o El Salvador. “La extensión a Latinoamérica es un crecimiento natural para las empresas españolas, puesto que el idioma se asemeja mucho y nos pone en una buena situación competitiva respecto a las multinacionales, con el valor añadido de la experiencia que aporta un país tan avanzado tecnológicamente como el nuestro”, asegura Susana Navarro, de Tecnocom. Además, en las antiguas colonias españolas, la marca-país de España abre muchas puertas, como recuerda Fernando Lorente director de Grupo i68, proveedor vasco de sistemas de gestión. No en vano, la industria TI en España va por delante, en volumen y sofisticación, de la los países de la zona. Por su parte, Safelayer, especialista en firma electrónica e identificación digital que deposita gran parte de sus esperanzas al otro lado del Atlántico, también se ha convertido en autoridad Certificadora en Paraguay y Uruguay. El mayorista Afina también encuentra en el exterior su motor de propulsión. En el primer semestre de 2011, su negocio latinoamericano avanzó un 64%, mientras que en Iberia el crecimiento fue del 24%. Por delegaciones, destaca la brasileña, donde avanza a un ritmo del 140%, y la argentina, donde dobla con creces los niveles de actividad. Fernando Ayllón, director general de Estrategia y Servicios de Afina, destaca que el negocio al otro lado del Atlántico es atractivo por su tamaño –es cuatro veces más grande que el español- y por los crecimientos que registra la zona en este momento.
Más lejos apunta Panda Security. El proveedor de soluciones de seguridad es una compañía con una contrastada experiencia en el exterior (está presente con filiales o franquicias en 61 países y vende su software de seguridad en 128) y está encontrando buenas oportunidades en Brasil y en China. No obstante, su director de operaciones, Ignacio Manrique de Lara, dice que Estados Unidos, Alemania o el Reino Unido, siguen siendo mercados interesantes en el ámbito de la seguridad. Ramón Vidal, de Adimpo, finalmente dice que son interesantes los países de Europa del este que mantienen un PIB en crecimiento [Polonia es quizá el ejemplo más destacado] “y algunos países del África Subsahariana que son muy sensibles a la exportación por parte de nuestras empresas”. Grupo i68 atiende precisamente desde Polonia, donde mantiene relación con distribuidores, mercados como el de Ucrania o la República Checa. Un 35% de la facturación de Everis en su último año fiscal (concretamente 158 millones de euros) provino del extranjero. Everis, que vende sobre todo en los principales países anglosajones y en Latinoamérica, es una de las compañías más globales del canal. Sin embargo, Everis no se queda ahí. Como desvela David Costa, responsable de desarrollo de negocio, acaba de abrir en Bruselas y está planeando su expansión a Asia, Sudáfrica, Rusia, los países escandinavos, Turquía o Angola. Por sectores, el de la tecnología relacionada con la banca tiene mucho que ganar fuera. El grado de desarrollo de las entidades financieras españolas está permitiendo a consultoras como Tecnocom abrirse hueco en otros países. En República Dominicana, por ejemplo, la consultora ha comprado una compañía que se dedica al procesado de medios de pago, y en Colombia ha establecido una joint-venture con Visa.
