La BSA, la asociación de los principales fabricantes de software que se dedica a perseguir la piratería de programas informáticos, estrena un portal web (www.bsaspain.es) exclusivo para España, dirigido a las empresas que precisen más información a la hora de gestionar sus activos de software y su correcto licenciamiento.
El nuevo sitio BSA en España ofrece la posibilidad a las empresas de revisar su situación en cuanto a las licencias de software, de manera que se ajuste a sus necesidades y cumpla con la normativa vigente en materia de propiedad intelectual. En este sentido, la web proporciona información, recursos y recomendaciones para el desarrollo de una correcta gestión de los activos de software para los negocios. Asimismo, desde la nueva web se pueden denunciar casos de piratería. Para ellos los denunciantes tienen que rellenar un cuestionario y enviarlo. BSA promote, en estos casos, absoluta confidencialidad.
En España, cuatro de cada diez programas instalados en empresas no cuentan con la correspondiente licencia del autor o del fabricante poseedor de los derechos de propiedad intelectual del software, según los datos recogidos por la consultora IDC para la BSA. En la mayoría de las ocasiones, afirma Andrés Pi, portavoz del Comité Español de BSA The Software Alliance, “el uso del software sin licencia no suele ser el resultado de una decisión voluntaria y consciente de la dirección, o del responsable de sistemas, para actuar de forma ilegal, aunque se dan casos. Lo más habitual es que se haya producido una ausencia de control y de gestión del software que da como resultado desajustes entre los paquetes de software instalados, el uso que se hace de ellos y sus respectivas licencias”.
Desde BSA se advierte de la importancia que tiene para cualquier negocio saber qué software tiene instalado en sus sistemas, si responde a las necesidades del negocio y si es legal. La última Encuesta Global de Software confirmó, por ejemplo, que muchos responsables de tecnología no conocen la verdadera dimensión del software instalado, o si la totalidad del software es cien por cien legal. De hecho, hasta el 26% de los empleados consultados afirma instalar de forma habitual software no autorizado en su puesto de trabajo.
