El pasado 30 de octubre la firma gala Schneider Electric compró APC por la cantidad de 6.100 millones de dólares. La empresa francesa es propietaria de la compañía MGE UPS, fabricante de sistemas de alimentación ininterrumpida y uno de los principales competidores de la firma norteamericana. APC era un bocado jugoso. Consiguió una facturación cercana a los 2.000 millones de dólares en 2005, lo que la colocaba como la primera firma de SAI a nivel mundial, y está muy bien situada en el ámbito de la protección eléctrica para entornos informáticos (MGE tiene más predicamento en el sector eléctrico y de grandes instalaciones industriales). Una muestra de este potencial es que en los EEUU, su mercado natural, ingresaba 1.022 millones de dólares, frente a 155 millones que conseguía MGE. En Europa, el mercado de origen de MGE, la diferencia era menos acusada, aunque APC conseguía facturar 590 millones de dólares, mientras que MGE sólo llegaba a los 423 millones.
Schneider Electric es un conglomerado que reúne a Square D y Telemecanique, además de MGE. En total, la firma da trabajo a 105.000 empleados en los 109 países en los que tiene presencia, desde donde atiende a los 13.000 distribuidores que trabajan con la compañía. Asimismo, en 2006 alcanzó una facturación de 13.700 millones de euros.
La operación estaba pendiente de la aprobación por parte de la Comisión Europea, que debía verificar que la absorción del fabricante estadounidense no generase un monopolio. Finalmente, la CE ha permitido la compra bajo la condición de que Schneider se deshaga de su negocio de baja potencia (menos de 10 kVA), el cual le supone cerca de 150 millones de euros de facturación y representa el 6% de las operaciones combinadas de MGE y APC.
Todavía no hay nada decidido sobre cuál va a ser el destino de ambas marcas, la organización de sus empleados o la configuración de los canales de distribución. En España, la filial de APC también está a la espera de noticias, según comunicó ayer Vicente Chiralt, director de marketing y ventas.