Desde hace unos meses se está observando un repunte de la actividad empresarial de las empresas deTI, que empiezan a salir del marasmo paralizante en el que han estado inmersas durante los últimos tres años. De un lado parece que a las empresas del sector se les ha vuelto a abrir el apetito comprador tras varios ejercicios de sequía y ya no hay semana en que no se produzca una absorción de pez grande que devora al chico. Es lo que sucedió con Symantec y Veritas en la variante de fusión-, más recientemente con Adobe y Macromedia, amén del continuo y pertinaz goteo de adquisiciones de menor entidad, como las realizadas por Cisco sobre otros competidores. A la vez, fabricantes y mayoristas han entrado en la vorágine estival de celebración de roadshows, convenciones y simposios que cada vez más se entienden como herramientas idóneas de generación de demanda sobre las que se exigen resultados concretos de retorno de la inversión. Sin embargo, el efecto multiplicador de las acciones no puede ser tal si cada vez se recortan más los fondos de cooperación y de marketing que los fabricantes destinan a su canal de distribución.
El recorte de gastos no sólo afecta a todas las iniciativas emprendidas en colaboración con el canal, sino también a aquellas generalistas de representación en ferias y salones de tanta tradición como SIMO, que en los últimos años ha vivido un lento pero progresivo descenso de expositores al que ahora quieren poner coto. La organización del salón en pleno, con Santiago Quiroga a la cabeza, ha ideado un extenso entramado de ferias sectoriales integradas en el macrosalón y dirigidas a dar respuesta a las necesidades de comunidades que hasta ahora estaban mínimamente representadas. Pero lo más importante es que está posibilitando el regreso al redil de fabricantes que habían dejado de acudir a la feria. Es el caso de firmas como Symantec, CA o Trend Micro, que aunque todavía no han garantizado su regreso en firme, podrían participar bajo el paraguas de la Comisión de Seguridad de Asimelec.
La misma suerte pueden correr aquellos mayoristas que abandonaron la feria hace años y ahora tienen la oportunidad de asistir. Con este objetivo se ha organizado el primer congreso de la distribución diseñado sobre un modelo similar al de Medpi, que persigue la consecución de contactos directos entre fabricantes y distribuidores y, por ende, la ratificación de posibles contratos. Además de la celebración de estos dos encuentros, SIMO tiene previsto acoger otros foros de diversas comunidades con el objetivo de afianzar el salón como plataforma de dinamización sectorial.
La tarea que los organizadores del encuentro tienen por delante no resulta fácil pero no se les podrá negar que es una iniciativa loable y dirigida a reinventar un concepto puesto en tela de juicio desde hace mucho tiempo.
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