La vuelta de los mejores tiempos

Aunque se han vendido más PC y portátiles que nunca, la caída de precios resulta incompatible con el aumento de la rentabilidad para los resellers especializados en la venta de volumen.

Publicado el 23 Dic 2004

La vuelta de los mejores tiempos

A pocos días del cierre del ejercicio, es hora de que el sector haga examen de conciencia y posterior balance de la trayectoria de un año que culminará con un crecimiento exiguo y caracterizado también por la persistente reducción de los márgenes de los partners del canal de distribución. Aunque se han vendido más PC y portátiles que nunca, la caída de precios resulta incompatible con el aumento de la rentabilidad para los resellers especializados en la venta de volumen. Los nichos de seguridad, almacenamiento y todo lo relacionado con la convergencia de voz y datos, por un lado, y de electrónica de consumo e informática, por otro, se vislumbran como nuevos referentes para continuar progresando y obteniendo jugosas ganancias.

Este año también se ha producido una mayor clarificación del mercado de mayoristas en España en el que, salvo excepciones como la de Memory Set, Diode o GTI, continúan dominando de largo las grandes firmas multinacionales. Esta hegemonía, sin embargo se limita al ámbito de las facturaciones pero no tiene su correlación en el apartado de beneficios donde hace tiempo que no se vislumbran los números negros. En los balances del ejercicio 2002 último año recogido por el Registro Mercantil- Tech Data acumulaba unas pérdidas de 4,17 millones de euros (694 millones de pesetas) frente a unos ingresos de 466 millones de euros (77.536 millones de pesetas), mientras que Ingram Micro atesoraba una facturación de 422 millones de euros (70.215 millones de pesetas) y unas pérdidas de 2,97 millones de euros (494 millones de pesetas).

Otra gran firma multinacional en problemas es Actebis que, con unos ingresos de 108 millones de euros (17.970 millones de pesetas) en el año 2002, asumía unas pérdidas de 1,20 millones de euros (200 millones de pesetas). A la vista de estos funestos resultados, estas empresas acometieron una enorme reorganización de su modelo de negocio que tuvo como consecuencia la reducción de casi la mitad de la plantilla y, en algunos casos, la sustitución en pleno de toda la cúpula directiva.

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