La posición de Dell en todo el mundo no es ni mucho menos homogénea, mientras que en el mercado estadounidense el fabricante ocupa la primera posición en el ránking de ventas de PC, en el resto del mundo pierde este puesto de liderazgo que ahora asumen compañías como HP o Acer. Un claro ejemplo de esta situación se da en España, donde el empuje que traía la marca de venta directa se ha visto frenado en los últimos años y hoy crece por muy debajo de sus más directos rivales [HP lideró el negocio nacional vendiendo más del doble que Dell y creciendo tres veces más]. No obstante, según publica CNET, el CEO de Dell, Kevin Rollins, espera que esta situación cambie en los próximos tres y cuatro años, ya que prevé que la compañía llegue en ese tiempo a facturar 80.000 millones de dólares, un 63% más de lo que factura en la actualidad [en su año fiscal 2005, que finalizó el 28 de enero, facturó más de 49.000 millones de dólares] y una cifra muy similar a la que hace anualmente HP en estos momentos. Sin embargo, Rollins está convencido de que el mayor tirón vendrá del negocio de Dell en el exterior, que podría superar el 55% del crecimiento total y del negocio ajeno al PC (impresoras y televisores), que podría representar un 80% de la expansión de la firma hasta 2009. Esto será en gran parte debido a las esperanzas que tiene el fabricante depositados en su negocio de televisión e impresoras, donde tiene un acuerdo OEM con Lexmark desde hace dos años. Y es que desde finales de 2003 el fabricante de venta directa ha distribuido 10 millones de impresoras, y ha logrado situarse en el segundo puesto del ránking estadounidense, por debajo de HP. La compañía de Michael Dell también espera aumentar su presencia en el mercado de los servidores y el almacenamiento empresarial. En el pasado ejercicio ingresó en éstas áreas 35.000 millones de dólares.
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