En virtud de un reciente acuerdo, la empresa madrileña Eagel ha pasado a formar parte del Grupo Ibermática, especializado en servicios de consultoría TIC, outsourcing y el desarrollo de proyectos de integración de sistemas. A través de esta operación, cuyo volumen monetario no ha sido desvelado, el grupo español pretende reforzar su oferta en dos áreas: los servicios de infraestructura tecnológica, donde Eagel cuenta con una robusta alianza con HP, y las soluciones de business intelligence, un mercado en el que la firma madrileña colabora con Cognos, que también es partner de Ibermática. Para Joseba Ruiz de Alegría, director general de Ibermática, la integración de las compañías será «muy sencilla» porque ambas comparten valores basados en el compromiso con el cliente, al que ven como un aliado a largo plazo y «no sólo en operaciones puntuales». En este sentido, José María Juliá, hasta el momento presidente de Eagel, señala que dentro de un mercado «tan dinámico y competitivo», ahora su compañía estará «mucho más arropada» delante de sus clientes, que actualmente son cerca del centenar. «Somos complementarios al cien por cien», matiza Juliá, quien puntualiza que no había ninguna necesidad económica para hacer esta operación, puesto que su empresa era «rentable» y tan sólo ha buscado un socio para aportar soluciones más globales. En principio, Eagel mantendrá su plantilla de 30 empleados y su marca dentro de su nueva estructura corporativa y según José Luis Larrea, presidente de Ibermática, será el «buque insignia» del grupo en servicios de infraestructura tecnológica y business intelligence, sobre todo en el área de Madrid [la compañía cuenta con otro centro de servicios en San Sebastián].
En cuanto a las previsiones de facturación, Grupo Ibermática estima que a finales de 2005 habrá ingresado unos 140 millones de euros, de los cuales unos 10 millones procederán de Eagel. En su ejercicio 2004, el grupo facturó 122 millones de euros y según Larrea su compañía tiene una «necesidad estratégica» de crecer, por lo que su intención es continuar con un apolítica de adquisiciones para configurar un proyecto «sólido» que pasa por convertirse en «Indra dos».
