El Instituto Nacional de Estadística ha confirmado lo que ya advirtió a principios de mes. La economía española se ha estancado en el 2,6% de crecimiento en el tercer trimestre del ejercicio, la misma cifra que el pasado trimestre y que durante el mismo período del año anterior. La causa principal es la marcha negativa del sector exterior, que ha restado dos puntos en este trimestre, el peor resultado desde el año 2000. Y es que el 4,2% que suponen las exportaciones es incapaz de compensar las importaciones, que no dejan de crecer (9,6%). Asimismo, el turismo continúa con un comportamiento negativo.
Por su parte, la demanda interna ha crecido cuatro décimas durante Q3, alcanzando el 4,6% de crecimiento. A este incremento contribuye, sobre todo, la evolución de los bienes de equipo, un apartado atónico durante los últimos ejercicios, y que se ha dinamizado, alcanzando un crecimiento del 9,8% respecto al año pasado y casi doblando la cantidad de Q2. También continúa creciendo la inversión en la construcción, aunque con un ritmo menos frenético. Ambas partidas combinadas han provocado que la inversión crezca el 5,9% (frente al 4,1% del segundo trimestre). El consumo de los hogares, sin embargo, se ha mantenido invariable. Y es que durante este trimestre se ha producido mayor reserva en el gasto familiar que en la inversión de las empresas.
El gobernador del Banco de España, Jaime Caruana, ha pronosticado que la economía española registrará, tanto este año como en 2005, tasas cercanas al 2,6% del segundo y tercer trimestre. Caruana declaró, según el diario El País , que el Gobierno debe mejorar la política presupuestaria si quiere erradicar los problemas de competitividad. El gobernador aconsejó al Ejecutivo de Zapatero que realice reformas que impulsen la productividad, la iniciativa empresarial y la capacidad de innovación. Por su parte, el secretario de Estado de Economía, David Vegara, confirmó que es poco factible la previsión de crecimiento del Gobierno del 2,8% para todo 2004.


