El euro marcó ayer su nivel más bajo en lo que llevamos de año al cotizar por debajo de los 1,20 dólares. Según los analistas, una de las principales razones de esta devaluación reside en la venta masiva de divisas europeas por parte de inversores japoneses, quienes han decidido hacerse con dólares en vista de que en Estados Unidos la subida del empleo y el alza del comercio minorista parecen anunciar una inminente recuperación de la economía. Como consecuencia, el fortalecimiento del dólar ha despertado el optimismo entre las compañías del Viejo Continente, que consideran que ahora tendrán más oportunidades para situar sus productos en los mercados internacionales. No en vano, si la moneda única se encuentra demasiado revalorizada, puede poner en peligro las exportaciones fuera de la zona euro. Aunque, como contrapartida, este mismo panorama puede resultar desalentador para el mercado de integración de PC de nuestro país, puesto que el sector español de nuevas tecnologías basa muchas operaciones en las compras de componentes en el extranjero, unas partidas que al ser pagadas en dólares devaluados aportaban un margen extra.
De todas formas, en estos momentos la Bolsa española goza de bastante buena salud, o al menos así lo constatan las cifras registradas ayer, cuando el Ibex 35 alcanzó los 8.444 puntos, su nivel más alto desde abril de 2002, lo cual se traduce en una rentabilidad del 9,14 por ciento en el presente ejercicio.


