El fabricante apuesta por incorporar tintas pigmentadas no solubles resistentes al agua denominadas DURABrite y garantizar la resistencia al paso del tiempo con protección lumínica, de manera que se impide su decoloración durante 80 años. Precisamente las instantáneas son su punto fuerte: un excelente acabado en las impresiones con papel fotográfico. Hay que comentar, sin embargo, que para que las tintas DURABrite sean efectivas, es preciso adquirir un papel fotográfico especial, más caro que el convencional.
Donde sí se puede ahorrar es en la adquisición de cartuchos de tinta. Los depósitos de cian, magenta y amarillo están separados, por lo que sólo hay que adquirir el del color agotado.
Epson no abandona a los usuarios de sistemas operativos antiguos, como Windows 98 y Me, pero tampoco a aquellos que no dispongan de puerto USB, siendo el único fabricante que sigue incorporando el puerto paralelo además del USB. La impresora es capaz de alcanzar una resolución máxima de 5.760 x 720 ppp y su velocidad de impresión en negro es 17 ppm, mientras la de color
llega a 9 ppm.
Un punto flaco a señalar es su largo y manual proceso de alineación de cabezales. Hasta cuatro plantillas se imprimirán lentamente para ser revisadas a simple vista e indicar al controlador qué patrones son los más nítidos.


