Láser color. Un mercado que crece lenta pero paulatinamente

Hasta ahora los mayores inhibidores al desarrollo de este negocio han sido el elevado precio en la máquina y del coste por página. La reducción de estos costes, junto con una tecnología mejorada, está despertando la demanda del láser color.

Publicado el 03 Mar 2003

Láser color. Un mercado que crece lenta pero paulatinamente

Cuál es el precio que las empresas tienen que pagar por introducir el color en sus documentos impresos? Hasta ahora la respuesta a esta pregunta llevaba a muchas corporaciones a echar por tierra la idea de comprar una impresora a color, ya que las opciones no acababan de ajustarse a las necesidades.

Por supuesto, los dispositivos de inyección de tinta, a pesar de su bajo precio, quedan descartados en el segmento empresarial por varios motivos, como son la poca duración de los consumibles, su lentitud, sobre todo a la hora de gestionar una gran cantidad de volumen, y su incapacidad para ser conectados en red. De esta forma, las inkjet a color han quedado reservadas exclusivamente para el segmento de consumo. La opción pues está en la compra de impresoras láser. Sin embargo, hasta ahora el color en estos dispositivos elevaba los precios de forma prohibitiva, sobre todo para la pequeña empresa, que veía como esta opción quedaba muy lejos de encajar en sus presupuestos.

Algunas consultoras auguraban crecimientos en este mercado por encima del 80 por ciento. Lo cierto es que, como apunta José Luis Domínguez, director comercial de Lexmark, el acumulado hasta septiembre ha supuesto nada más que un 3 por ciento. El crecimiento será paulatino, aunque se espera que este año al menos crezca con dos dígitos, comenta Rodríguez. Actualmente en España, del total de láser vendidas el color sólo representa un 5 por ciento

Sin embargo, el láser color no ha experimentado una evolución positiva hasta que los fabricantes se han puesto manos a la obra para convertir esta tecnología en una alternativa viable y asequible. A medida que los precios van bajando las empresas comienzan a sustituir sus monocromo por equipos láser de color, comenta Pedro Rodríguez, responsable de la división Laserjet y Business Inkjet color de HP. Aunque para este directivo la renovación se está sintiendo en todas las compañías, independientemente de su tamaño, lo cierto es que las mayores beneficiadas con esta reducción de costes en las impresoras láser color serán una vez más las más pequeñas, pues, para Juan Pedro Pérez, director de marketing de Oki, el interés y la necesidad de la pyme por el color es la misma que en las grandes corporaciones, sólo que cuentan con una menor capacidad de inversión. El secreto está en las impresoras láser color de unos 1.000 euros, una cifra que la pequeña y mediana empresa ya se puede permitir y que, además, se acerca más al precio de las monocromo, lo que fomentará que se dé el salto, explica Pérez.

Cuando se trata de equipos dirigidos a un entorno profesional el precio final del producto no es un elemento decisivo en la elección final. Para José Luis Domínguez, de Lexmark, en un cliente empresarial la velocidad de impresión, el acceso y calidad del servicio técnico, así como el coste total de impresión, son los factores determinantes. Por lo que, según los requisitos del usuario, predominarán unas características sobre otras, en cuanto a memoria flash, disco duro, bandejas adicionales, etc.

Si bien es cierto que el precio es un factor muy importante, no lo es todo. Hay otros factores que han impedido la expansión de estos equipos porque no cumplían los requisitos necesarios para cubrir las expectativas de los clientes. Así, la escasa velocidad que hasta ahora ofrecían las láser color, sobre todo las de gama baja, ha supuesto uno de los principales frenos de este negocio. La máxima velocidad en los equipos más asequibles era de tan sólo cuatro páginas por minuto, insuficiente incluso para pequeños grupos de usuarios, comenta Juan Pedro Pérez, de Oki. Este fabricante fue el primero en aunar una rapidez aceptable a un menor coste económico con el desarrollo de la tecnología LED, que lograba imprimir el documento de una sola pasada, en lugar de las cuatro veces que requería el sistema láser propiamente dicho.

A este respecto, HP alude que lo más importante es la fiabilidad de máquina Hay dispositivos en el mercado que están ofreciendo velocidades en su impresora a color de entrada de 16 páginas por minuto en color, y aunque se anuncian como láser color, no lo son, apunta Rodríguez, de HP. Así, esta compañía apuesta por la misma tecnología láser que se utiliza para las monocromo, pero aplicada al color, con el sistema de tambor para los cuatro colores cian, magenta, amarillo y negro. Con los nuevos modelos, LaserJet 4600 y 5500, HP ha comenzado a aplicar la tecnología in line, que consiste en colocar los cuatro cartuchos en línea verticalmente, de forma que se aplica el color en una única pasada. Según afirma la propia HP, este sistema logra una velocidad de impresión cuatro veces más rápida que con el proceso tradicional de cuatro pasos.

Xerox, por su parte, se decanta por la tinta sólida, que es la pionera de las tecnologías de paso único y destaca por su extremada sencillez de manejo, subraya Begoña Martín, jefe de marketing de producto de Xerox Office. Entre las virtudes de este tipo de consumibles está también su valor ecológico, ya que prácticamente no generan residuos.

Todos estos avances están promoviendo y acelerando el mercado y por fin el segmento empresarial se mueve a la impresión en color. Las tecnologías de paso único, como la tinta sólida, eliminan las barreras que ralentizaban la estandarización de estos dispositivos. Ahora se cuenta con equipos de alto rendimiento, alta velocidad en color, fiabilidad y además a unos precios muy asequibles, lo que permite a las empresas implantar la impresión color en sus oficinas o departamentos, comenta la responsable de Xerox .

Para Juan Pedro Pérez, de Oki, esta revolución no es ninguna sorpresa, y de hecho vaticina que 2003 será el año en que estos dispositivos comiencen a popularizarse y a verse en todas las empresas. El mero hecho de que HP, fabricante que siempre ha pugnado por el mercado de inyección de tinta a color, reconozca la evolución de este mercado es ya muy significativo, argumenta este responsable.

Ciertamente, HP tiene un amplio portfolio de impresoras láser color. Pero este fabricante sigue teniendo en los dispositivos de inyección de tinta su mayor apuesta. Se trata de una tecnología que conoce muy bien por los años de experiencia acumulados en este mercado. Por ello, en el año 2000 HP comenzó a introducir el chorro de tinta en el sector empresarial como otra alternativa más al láser. El reto consiste en conseguir gran calidad a alta velocidad de forma simultánea, características que anteriormente no eran compatibles, a lo que se suma la máxima reducción de coste y la posibilidad de conexión, comentaba en una entrevista concedida a CHANNEL PARTNER, Ángel Herrero, director de marketing de HP.

El resultado fue el lanzamiento de la familia Business Inkjet, máquinas que funcionan con cartuchos pero que ofrecen unas capacidades muy superiores a las tradicionales de inyección. Con colores separados y cabezales independientes, estas impresoras de tinta pueden ser además conectadas en red para grupos de usuarios. Los modelos que han aparecido bajo este concepto (en realidad no se puede hablar de disponibilidad de gama, ya que cada nuevo desarrollo va sustituyendo al anterior) son la 2160, 2280, 2500 y recientemente la 3000. Este último equipo imprime unas 18 páginas en color por minuto y 21 en blanco y negro, dispone de diversas bandejas y posibilidad de imprimir en A3 por un coste de tan sólo 900 euros. La Business Inkjet 3000 ofrece las ventajas de una láser en cuanto a calidad de imagen y coste por página, pero además supera con diferencia las velocidades de las láser de gama baja, y por el mismo precio, detalla Rodríguez.

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