Muchos habían sido los rumores que habían circulado en torno al futuro de la compañía, sin embargo, hace unas semanas la compañía, perteneciente a Banesto, confirmó de forma oficial la venta de parte de Intecno, su filial de consultoría, exactamente del negocio de soluciones de e-business y gestión empresarial. En total, 100 personas de Intecno pasaban al holding Matchmind, de capital íntegramente español. A su vez, Dinsa quedaba dividida en dos compañías Dinsa Soluciones, encargada de la venta de hardware -desde ofimática a grandes sistemas-, software y servicios asociados; y Dinsa Customer Services, centrada en la integración de esos sistemas y en la gestión del ciclo de vida, actividad que incluye puestas a punto, mantenimientos o actualizaciones. Estamos viendo que lo que antes era el eje de nuestro negocio, la venta de ofimática, retrocede en función de la propia evolución del mercado, reconoce Enrique Charro, máximo responsable de la compañía.
En efecto, aunque la venta de volumen -sobremesas, portátiles e impresoras- todavía supone un tercio de la facturación de Dinsa, la evolución negativa de las ventas de PC para empresas en los últimos tiempos ha llevado a la dirección Dinsa a considerar este apartado como un negocio completamente adicional. Antes vendíamos toda la ofimática que podíamos, pero ahora lo haremos siempre y cuando lo requieran nuestros proyectos de valor.
Dinsa acabó el año 2000 con muchos problemas. Aquel ejercicio las ventas menguaron un 10 por ciento y la compañía cerró el ejercicio con unas pérdidas de 3 millones de euros. En el ejercicio siguiente, y a pesar de la atonía que presidió el segundo semestre, Dinsa pudo acabar con unos ingresos 131 millones de euros, un 9 por ciento más que en 2000. Finalmente, el pasado año, con la compañía ya enfrascada en la tarea de reorientar el negocio para primar la venta de infraestructura y los servicios, en detrimento de la distribución de PC, los números fueron bastante dispares. Mientras que la parte de valor creció casi un 10 por ciento, la venta de ofimática se desplomó alrededor de un 25 por ciento. En conjunto, Dinsa vendió en 2002 por valor de 107 millones de euros, casi un 22 por ciento menos que en el ejercicio precedente. Aunque intentamos, con incorporaciones de personal incluso, revitalizar la venta de PC a las grandes cuentas, al final tuvimos que convencernos de que había que reorganizar el negocio, y el último capítulo de ese proceso han sido los anuncios de 2003, revela Enrique Charro.
Para este año las previsiones también son dispares. Pedro Muñoz, hasta hace poco responsable de Intecno y ahora encargado de dirigir el negocio de Dinsa Soluciones, se daría con un canto en los dientes si la venta de volumen no decreciera y, mejor aún, no afectara al resultado operativo. Sin embargo, Muñoz es mucho más optimista cuando habla de infraestructuras y se aventura a pronosticar un crecimiento de dos dígitos en este área.


