La caída del desktop reactiva la fabricación local de portátiles

Ahora que la tecnología de miniaturización es más asequible, los integradores locales se han lanzado de lleno a este sector.

Publicado el 18 Dic 2001

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La lista de las ventas de portátiles en España está plagada de marcas internacionales, mientras que sólo un par de nombres españoles han conseguido entrar en esa zona casi privilegiada. Al menos, esta era la situación en el segundo trimestre de este año.

A pesar de que hace no mucho tiempo algunos integradores locales llevaron a cabo proyectos muy interesantes en el área de los portátiles, pronto tuvieron que abandonarlos por la dificultad de competir con las grandes marcas internacionales. De sobra es sabido que la tecnología requerida para la miniaturización en cualquier industria resulta más compleja y, por ende, más cara.

Jump, Compumarket o Comelta fueron algunos de los fabricantes que se dedicaban a ensamblar portátiles. Hace un año, Alberto Cabuli, director de Compumarket, explicaba así la razón de por qué su compañía dejaba de fabricar portátiles La razón fundamental es que los portátiles de marca han reducido las distancias respecto a los clónicos, convirtiéndose en productos de mercado, cosa que hace poco tiempo no ocurría. Por eso, Compumarket comenzó a comercializar portátiles como Acer o NEC.

Por la misma fecha aproximadamente, Cofimán decidía cesar su actividad de ensamblaje de portátiles y ahora hace tan sólo unas semanas la empresa anunciaba que volvía a reanudar esta actividad.

Hace seis años, ADL también se lanzó a la fabricación de portátiles y, según José Luis Alonso, director de marketing de ADLI, la demanda fue enorme. ¿ Cúal fue entonces el problema? Según este responsable, el sector no estaba muy maduro y no había muchos fabricantes de componentes donde poder elegir. Además, no nos daban un buen servicio post venta y la calidad no era muy buena. Nos generaba muchos problemas. Ahora, ADLI ha vuelto con un nuevo proyecto de fabricación y con una nueva gama.

La cuestión es que, aunque hace ya meses muchos integradores locales observaron las inmensas posibilidades de este mercado, las buenas intenciones no se tradujeron en ventas y la mayoría tuvo que aceptar la derrota. Ahora, algunos han querido intentarlo de nuevo y otros se estrenan en este mercado.
¿Por qué los OEM locales han comenzado a apostar de nuevo por este sector? Parece que las expectativas de crecimiento es una de las razones principales, sobre todo, en unos días en los que el resto de dispositivos informáticos se encuentran en clara desventaja. Cofimán ha regresado al ensamblaje de portátiles en octubre de este año, aunque, como afirma Pau Rucabado, del departamento de marketing de Cofimán, llevan mucho tiempo preparando este producto para que esté disponible en óptimas condiciones en el momento del lanzamiento. La compañía ha presentado oficialmente su nueva gama de notebooks en esta edición de SIMO y acompañará el lanzamiento con una campaña de comunicación en prensa.

Para Carlos García, director comercial de IDP, en este nuevo resurgir de la integración de portátiles hay además otras causas La distinción entre empresas pasajeras y empresas consolidadas, un nicho de mercado con un gran margen, mayor que los PC, y al que pocas empresas podían acceder hasta el momento. Por otra parte, los que pudimos hacerlo fue gracias a empresas como Intel, ya que ofrecieron a los integradores oficiales la venta de productos para portátiles, y Asus, que nos ofrecieron sus placas y carcasas. Además de una mayor gama de producto y solución al cliente.

Por su parte, Jacobo de Pedro, director de marketing de Investrónica, ha señalado que esta nueva oleada de fabricación de portátiles puede deberse, por una parte, a que la tecnología que se emplea en los portátiles, aunque más compleja y sofisticada que la de los PC, cada vez es más accesible para todos los fabricantes. Además, según explica De Pedro, el nivel de algunos integradores locales es alto y están en condiciones de fabricar con garantías piezas complicadas del tipo de un notebook.

Por unas u otras razones, lo que sí está claro es que los protagonistas de la escena tecnológica, nacionales o internacionales, han puesto sus esperanzas en los portátiles (además de en XP y Pentium 4, como tanto se ha hablado ya) en los portátiles.

Cuando los integradores locales se introdujeron en este negocio atraídos por las sustanciosas cifras que manejaban las grandes firmas, se olvidaron, en muchos casos, de realizar un proyecto basado en sus posibilidades reales. Ahora el panorama de la integración española se presenta más maduro y capaz para competir con los grandes.

Sin embargo, no todos los fabricantes locales están preparados todavía para introducirse en este mercado. Y es que, tal y como afirma Carlos García, entrar en este mercado sigue siendo difícil, ya que hay que luchar contra marcas asentadas en el mercado y con unas ventas, experiencia, recursos humanos y monetarios increíbles. Otro de los fabricantes que se ha sumado a esta oleada de nueva fabricación de notebooks ha sido DMI. El mayorista y ensamblador, tal y como comentaba Manuel Buron, director de compras de DMI, ha querido apostar por un sector en crecimiento lanzando modelos de gama media y alta. Este responsable confirma la dificultad de competir con las grandes firmas en precios.
Los integradores locales tienen mucho que decir en el terreno de los portátiles. Si hace años la mayoría de ellos huyó en desbandada de este negocio y salió algo malparado, ahora puede ser un buen momento para aprovechar la experiencia de aquel bache e impulsar las ventas de este último tramo del año o del próximo.

Manuel Buron, director de compras de DMI, ya adelantaba que su compañía quiere competir en calidad y servicios y que no entrará en el juego de luchar por el mercado de gama baja. Según está el mercado en estos momentos, en la gama básica y más barata es muy difícil competir, porque las grandes marcas se dedican a dar salida a material obsoleto vendiéndolo más barato. Éste es un mercado al que, por el momento, ni queremos ni podemos tener acceso. Por el contrario, Carlos García de IDP, para apuesta por configuraciones más asequibles para el usuario. Nos ajustamos a una fabricación de lo que el cliente demanda. Si alguien no necesita un Mercedes, ¿por qué se lo tiene que comprar? Las grandes marcas van demasiado deprisa, no para el usuario, o para otros países, pero en España, por la forma que tenemos de ser, vamos un poco más lentos.

Servicios y valor añadido. En estas palabras, que de un tiempo a esta parte se repiten en todos los foros que reúnan a profesionales de las TI, descansa el secreto del éxito, si no ahora, por lo menos en un futuro que no se perfila muy lejano. Y parece haber un acuerdo implícito y generalizado entre todos los protagonistas del sector en este sentido.

La única forma de competir es en servicios. Nosotros somos una empresa especializada en servicios, los precios no son lo más importante. Si un portátil de una marca consagrada se estropea, hay que enviarlo, con suerte, a un servicio técnico en España, con la consiguiente pérdida de tiempo. Si es al extranjero, ese tiempo es muy superior, así como los costes de transporte, mientras que nosotros ofrecemos la posibilidad con un mantenimiento básico de portátil de cambiar el disco duro a otro de similares características, y enviar el otro al servicio de reparación, en nuestras instalaciones, con lo cual los costes de transporte son ínfimos y el tiempo que el usuario está parado es menor a 24 horas, ha comentado Carlos García. Esto, al fin y al cabo, lo que está haciendo referencia a la importancia de la cercanía en los negocios y, sobre todo, en uno en el que el desconocimiento muchas veces por parte del usuario de lo que compra lo lleva a dirigirse a establecimientos o marcas que le reporten confianza. Además, claro está, de unos servicios añadidos que otros no puedan ofrecerle. El hecho de que Inves y Micro sean marcas nacionales que se construyen en España aporta algunos elementos diferenciales respecto a las grandes multinacionales la cercanía, la adaptación al mercado concreto y, a veces, a necesidades concretas de clientes, la flexibilidad, la rapidez de incorporación de nuevas tecnologías, la posibilidad de que los clientes influyan en los desarrollos, etcétera, explica Jacobo de Pedro.

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