Los dos grandes temas de momento en el mundo tecnológico son el bum de la inteligencia artificial y el cuello de botella que hay alrededor del suministro de memorias, lo que está disparando los precios de estos componentes omnipresentes en los dispositivos informáticos. Además, estos dos asuntos están íntimamente relacionados. Y es que aunque la carestía de memorias DRAM y Flash se debe a un cúmulo de factores, el principal es el de la demanda masiva de estos componentes por parte de los grandes centros de datos para la IA, lo que está dejando sin existencias y poniendo contra las cuerdas a industrias enteras, como la del PC y otros segmentos de consumo, menos lucrativas para marcas como Samsung, SK Hynix y Micron, que controlan gran parte de la producción de DRAM en todo el planeta.

Jaume Pausas, director de marketing de Acer en España, no se anda por las ramas para hablar del problema: “Sí, existe carestía significativa de módulos DRAM y NAND Flash para el mercado PC. Esta escasez no es nueva y se ha intensificado en la segunda mitad de 2025, debido entre otros factores a la demanda explosiva de IA y servidores de datos. Los proveedores han priorizado la producción hacia memorias de alto ancho de banda, dejando al PC en segundo plano. Esto genera fricción en los PC, con racionamiento de suministros. Las memorias de alta densidad y rendimiento para gaming y profesionales sufren mayores restricciones, mientras DDR4 legacy también sube por cese de producción”.

El problema de escasez en el mundo de las memorias no es nuevo. Según las fuentes consultadas, se remonta como poco al pasado verano, aunque las subidas de precio más significativas se dan desde octubre, según la tienda online PcComponentes. Luis Pires, vicepresidente de endpoint solutions en TD Synnex para Iberia, dice que el mercado “está claramente tensionado” ahora, pero que ya a finales de 2024 empezó a notarse la escasez de determinados módulos.
Además, tampoco parece que la solución esté a la vuelta de la esquina. Al contrario, muchas fuentes coinciden en que habrá problemas de suministro como poco hasta el verano de 2026, aunque un fabricante importante como SK Hynix, al que algunas consultoras otorgan una cuota superior al 30%, ha avisado que el entuerto no se resolverá hasta 2028. “Mientras la demanda de IA y centros de datos siga absorbiendo tanta capacidad, es difícil ver una normalización plena con nuevas inversiones en producción. Algo que suele ir a varios años vista”, explica Luis Pires. “Un cambio en la cadena de suministro es realmente complicado y estimamos que esta situación se podrá prolongar durante todo 2026”, pronostica Jaume Pausas, de Acer.
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Las otras causas de la crisis de las memorias
Aunque la demanda masiva de chips de memoria DRAM y Flash NAND de alta densidad y alto rendimiento por los grandes datacenters que tienen que soportar cargas de IA es el primer causante de este colapso del mercado, tampoco es el único. Eugenio Pérez, responsable de marca y relaciones públicas de PcComponentes, menciona otros condicionantes.

Uno de ellos es el propio timing que sigue la industria de memorias. Y es que tras un periodo prolongado de exceso de oferta y precios inusualmente bajos, los fabricantes redujeron la producción y el inventario para equilibrar el mercado. Y ahora nos encontramos con los almacenes a medio gas. A esto se suma que esta industria está en plena transición a nuevas tecnologías, como DDR5 y NAND de mayor densidad. Los principales fabricantes han anunciado o están en proceso de dejar de producir masivamente la memoria DDR4 y DDR3 para centrarse en las tecnologías más avanzadas. “La combinación de menor producción, mayor demanda y transición tecnológica ha generado tensión en la cadena de suministro y ha impulsado los precios al alza”, resume Eugenio Pérez.

Escasez y precios por las nubes
La consecuencia lógica de los problemas de suministro de memorias es, en primer lugar, una escasez evidente de módulos. “Lo más complicado de conseguir hoy en día son los módulos DRAM de mayor capacidad y últimas generaciones, y modelos de SSD de gran capacidad”, señala Luis Pires, de TD Synnex. Y, en segundo lugar, y como consecuencia lógica de la escasez, está habiendo una subida de precio de estos componentes “sin precedentes”, según el director de operaciones de Dell, Jeff Clarke.
Y es que el uso de memorias es generalizado porque, como las CPU o las GPU, son partes imprescindibles en cualquier dispositivo digital, desde un teléfono móvil a un gran servidor para un centro de datos, pasando por las tabletas, los ordenadores de sobremesa o los portátiles. Según publicó Xataka a finales de noviembre, en algo más de mes y medio el precio medio de dos módulos DDR4-3200 de 8 GB pasó de 60 dólares a 110 dólares. La cosa es peor para la memoria DDR5. Y es que a principios de septiembre el precio medio de dos módulos de DDR5-4800 de 16 GB era de unos 100 dólares, pero a finales de noviembre se acerca a los 250 dólares. Es decir, el coste de estos componentes se está doblando o incluso más.
Luis Pires, de TD Synnex, asegura que “a nivel mayorista” las memorias DRAM han acumulado “subidas de doble dígito”, y reconoce que en algunos formatos esas subidas están “por encima del 50% interanual”. Por su parte, “la NAND también se ha encarecido de forma muy significativa, desde un 40%, según producto y fabricante”.
Durante el pasado Dell Technologies Forum de Madrid, la máxima ejecutiva de la compañía en España y Portugal, Isabel Reis, aseguraba que, en líneas generales, los precios de estos componentes se han multiplicado casi por cuatro, y pronosticaba que esta inflación acabará a afectando al bolsillo de los clientes a nivel local y en todo el mundo. Además, Reis admitía que los plazos de entrega de equipos serán más largos por este estrangulamiento.

La industria se prepara
Unos días antes, Alberto Ruano, director general de Lenovo en España, reconocía que el problema se prolongará en el tiempo, y recomendaba a fabricantes y canales de distribución a actuar con “cautela en los próximos nueve meses”. “Hemos tenido muchos retos, y este es uno más”, zanjó Ruano. Por su parte, Patricia Nuñez, responsable de PC y operaciones en Lenovo España, apuntaba también que su compañía ya trabaja para afrontar dos o tres trimestres de “inestabilidad” por esta causa. Y que, a nivel operativo, el fabricante chino está alargando el tiempo de inventario de estos componentes y diversificando el catálogo de fabricantes para “tener una mayor disponibilidad en los próximos meses”.

Toda la industria está preparándose para un problema de difícil solución. Desde los equipos locales de mayoristas y fabricantes a los mandamases de estas compañías a nivel corporativo. A finales de noviembre, el CEO de HP, el español Enrique Lores, ya reconocía que el cuello de botella de las memorias se notará más intensamente durante el próximo verano y otoño, coincidiendo con la segunda mitad del próximo año fiscal de su compañía. «Creemos que en la primera mitad tenemos suficiente inventario para poder mantener nuestro plan original», señaló Lores a la pregunta de un periodista.
«La segunda mitad es cuando esperamos ver aumentos de precios más altos, y por eso estamos empezando ahora a tomar medidas para mitigar eso», añadió. Así, HP buscará respiro fuera de ese tridente de fabricantes que copa el mercado de memorias. «Vamos a calificar a nuevos proveedores donde hoy no tenemos grandes negocios, y también vamos a aprovechar la amplitud de nuestro portafolio para optimizar configuraciones y asegurarnos de que los clientes reciban lo que necesitan», apuntó el jefe mundial de HP.

También hace poco, a finales de noviembre, el director mundial de operaciones de Dell, Jeff Clarke, hablaba con crudeza del problema, aunque, según él, un estrangulamiento de la demanda de este tipo es un asunto recurrente en una industria como la tecnológica. «Tenemos mucha experiencia con esto. No es nuestro primer ciclo de DRAM. Creo que ha habido siete en los últimos 40 años», dijo Clarke a los inversores en la presentación de resultados de Dell. Lo novedoso esta vez para Clarke ahora es el ritmo de aumento de precios, tanto de los discos DRAM como de los módulos NAND.
Por su parte, Luis Pires, de TD Synnex, también explica cómo se prepara el área de componentes de su compañía para afrontar estos tiempos de escasez. Entre otras cosas, la solución pasa por diversificar marcas, capacidades y formatos “para ofrecer alternativas viables cuando un SKU concreto no está disponible”. Y también por reforzar el stock y asesorar al canal, para que ofrezca configuraciones “ajustadas a disponibilidad” y minimice así retrasos en las entregas a los clientes finales.
En definitiva, el sector va a tener que hilar fino en los próximos meses para cumplir con los clientes y que el problema de suministro de las memorias se note lo menos posible. Aunque, como dice Jaume Pausas, de Acer, “no es nada que no hayamos vivido antes”.







