El CES acerca el televisor a Internet y los servicios interactivos

El CES de Las Vegas, la feria que marca el inicio del año tecnológico, ha vuelto a entronizar al televisor plano y de alta definición. En los expositores del Convention Center de la ciudad de los casinos han podido verse esta semana miles y miles de dispositivos que acercan definitivamente Internet y los servicios on line al salón, y además sin la tradicional intermediación del ordenador personal. LG, por ejemplo, sorprendió con una pantalla LCD disponible en tamaños de 47 y 52 pulgadas que integra conexión inalámbrica, no necesita compresión para el volcado de imágenes e incluye cuatro conectores HDMI y USB para insertar lápices o conectar la videocámara. Por su parte, HP presentó un cacharrito, el MediaSmart Receiver, que sirve para conectar cualquier televisor plano a cualquier ordenador a través de cable Ethernet o Wi-Fi. El dispositivo hace posible disfrutar del contenido alojado en el sobremesa o el portátil en una interfaz que da mucho más juego. Sin embargo, el producto que ha dejado más boquiabiertos a los fanáticos de la electrónica de consumo congregados en Las Vegas es la impresionante pantalla de plasma Lifescreen de 150 pulgadas de la marca japonesa Panasonic, un trasto que no cabe en un piso normal y que, por su precio, unos 36.000 euros, también queda para deleite de muy pocos. La pantalla de Panasonic, que supera la anterior marca de Sharp, que ya sorprendió con un display de algo más de 100 pulgadas, es sólo lo más vistoso de una industria que crece a pasos de gigante y que ha cautivado definitivamente al consumidor de a pie. Una propuesta interesante es la de Hitachi, que ha sacado al mercado un panel LCD de tan sólo 1,5 pulgadas de espesor (o, lo que es lo mismo, 38 milímetros). Es un avance de la extrema delgadez que acabará imponiéndose en este tipo de productos. Pero no sólo en batallas tecnológicas andan metidos gigantes como Sony, LG, Philips, Sharp, Hitachi, Toshiba o Panasonic. En CES también han sido noticia los acuerdos que algunos de ellos han suscrito con proveedores de contenidos para hacer realidad la televisión interactiva y, en definitiva, inyectar inteligencia en la «caja tonta» de toda la vida. En este sentido, y según publica el diario El País, Panasonic anunció una alianza con YouTube. Otro año más, apareció en el CES el papel electrónico, una cosa con la que la industria lleva soñando años, pero que sigue resistiéndose. Esta vez fue LG/Philips quien puso los dientes largos a todos con un papel electrónico de 4.096 colores y 14,1 pulgadas que, en realidad, es una lámina de metal y substrato de plástico. Según el blog tecnológico Gizmodo, como un papel de verdad, el ingenio permite ver las imágenes desde cualquier ángulo. La pena es que para que haya una digna producción en serie de este papel del futuro y una estrategia de comercialización también viable habrá que esperar a la próxima década. Otro gadget que ha entusiasmado a los blogeros y sobre todo a los directivos van todo el día de un lado para otro con la sola presencia de su teléfono móvil es un proyector de 3M del tamaño de un anillo. Es un cacharrito que proporciona entre 8 y 10 lúmenes (un proyector de sala puede estar en torno a los 2000 lúmenes o más) y que genera una imagen de hasta un metro y medio de diagonal con una calidad razonable. Es ideal para aquellos que tengan que hacer presentaciones rápidas o que quieran compartir sus fotografías o vídeos, algo que las angostas pantallas de los móviles ponen muy complicado. 3M ya está en conversaciones con algunas marcas de móviles y cámaras para que esté disponible en modelos comerciales antes de que acabe 2008. Crítica de Gizmodo Como cualquier feria que atrae tantos focos y que congrega a tantos opinadores, CES también ha recibido algún palo, aunque no tanto como los que suele tener el SIMO cada año. En Gizmodo, por ejemplo, uno de sus editores no veía sino síntomas de que el evento ha entrado en decadencia. En concreto, Adam Frucci escribía en el blog tecnológico que era muy mal punto de partida el hecho de que las azafatas «ligeritas de ropa» y los regalos poco prácticos atrajesen la atención del público más que las propias tecnologías exhibidas. Por otro lado, criticaba la proliferación de marcos de fotos digitales, unos aparatos «diabólicos» que consumen mucha energía (lo que no casa en un momento en que lo que más vende es el desarrollo sostenible) y cuya calidad todavía está en entredicho. Por último, a Frucci le parecía desproporcionada la atención recibida por la pantalla de plasma de 150 pulgadas de Panasonic, algo que casi nadie puede permitirse y que, a pesar de ser marcar todo un hito, tiene una importancia mucho más limitada de lo que parece.