Por Carlos Teno
Las cosas claras. Con esta idea Javier Llopis, director general de Rainbow, ha anunciado las dificultades por las que pasa la empresa debido a la crisis económica. Al mismo tiempo, Llopis quiere evitar rumorología innecesaria. En un comunicado a sus clientes la compañía es bastante explícita: “corren momentos difíciles para todos y en Rainbow, forzados por la coyuntura de la grave crisis financiera, económica y de consumo que afecta a todos los sectores, nos esforzamos para afrontar esta compleja situación. El insuficiente apoyo recibido por las entidades financieras nos ha llevado a utilizar una herramienta de marco legal, que se encuentra a disposición de las compañías en momentos como este. Hemos presentado, de manera temporal, un concurso de acreedores para poder hacer frente a todas nuestras obligaciones periodificando la deuda. Con nuestro positivo y realista plan de viabilidad ya presentado, superaremos esta situación en un breve plazo”. Tras 2006, un año fructuoso en cuanto a facturación, en 2007 las cuentas se le vinieron abajo al fabricante de teclados, cámaras web y altavoces, y las previsiones no son halagüeñas (en 2008 espera una facturación inferior en un 40% con respecto a 2006). Ya en enero, en Rainbow tomaron medidas de urgencia para paliar el impacto negativo de la crisis, pero esas medidas no han surtido efecto. Por ello, la empresa ha decidido suspender pagos y presentar un plan de viabilidad que le permita salir de esta situación. El plan a cinco años pasa por la aceptación por parte de los bancos de volver a financiarla aunque Rainbow pretende pagar la deuda en menos de 2 años.
Rainbow necesita la confianza de sus clientes para poder sacar adelante el plan y algunos, como Ingram Micro o Compuspain, ya han mostrado su apoyo. Javier Llopis ha comunicado que van a seguir apostando por productos nuevos y con la estrategia diferencial de Rainbow, pero las inversiones serán más reducidas. Además, ha señalado que para que el plan de viabilidad salga adelante es necesario que el volumen de ventas siga creciendo a un ritmo estable, que los clientes paguen rápido y que los proveedores permitan cobrar más tarde.
</strong>Lejos de pesimismos, Llopis ha trazado una serie de medidas ya en marcha, como son la venta de activos no estratégicos, la renovación de <em>stock</em> obsoleto y la externalización de la función logística, entre otras. Además, opciones de mercado que antes no se contemplaban ahora toman fuerza, como llegar al mercado turco o latinoamericano. Por otra parte, <strong>Llopis aseguró que la idea de una fusión se ha abordado, pero de momento nadie se ha mostrado interesado</strong> y Rainbow no se muestra muy afín a optar por esa salida. También <strong>pretende incorporar nuevos clientes</strong> y lanzarse al mercado internacional, llegando a facturar casi lo mismo fuera y dentro en 2011, según sus previsiones.
El <em>gaming</em> cobra fuerza en su estrategia, pero no esta vez no se centrará en periféricos para ordenadores, sino en los específicos para videoconsola. De igual modo, fiel a su línea diferencial, <strong>la firma planea incluir en su <em>target</em></strong> (personas de entre 25 y 35 años interesadas en el diseño y la tecnología) <strong>a la comunidad <em>gay</em></strong>, que, según los datos de Llopis, se compone de 200 millones de personas aproximadamente en todo el mundo. Finalmente, Rainbow quiere potenciar la venta por Internet a través de la página web www.game4ever.eu.<br />



