Como ocurre cada dos años, la ciudad alemana de Colonia se convierte, por unos días, en el escaparate de todas las novedades, tendencias y avances de la imagen digital. Ya en pasadas ediciones, Photokina amplió sus horizontes concediendo espacio tanto a cámaras y accesorios fotográficos, como a impresoras o teléfonos móviles, entre otros equipos. Sin embargo, en la presente convocatoria, que tuvo lugar entre los días 23 y 28 de septiembre, las réflex fueron las auténticas protagonistas de la cita. Y lo fueron tanto que desbancaron del primer puesto a las inmensamente explotadas compactas.
Nikon, Canon, Sony o Leica aprovecharon la ocasión para lucir máquinas de objetivos intercambiables que despertaron la curiosidad de los visitantes. Por otro lado, marcas como Fujifilm sorprendieron con un equipo para tres dimensiones, mientras que Olympus y Panasonic no quisieron desperdiciar el momento y anunciaron su nuevo sistema Micro Cuatro Tercios para equipos compactos (un estándar que se libra del espejo de las DSLR pero admite el intercambio de lentes en este tipo de cámaras), y la primera incluso expuso un prototipo que espera llegar a ser de “carne y hueso” para el próximo año. En este segmento, que ha saturado las ambiciones del consumidor, la pugna por subir el listón de los megapíxeles se ha dejado al margen. No en vano, las preocupaciones van por otros derroteros, como el sensor o un mayor número de aumentos de zoom óptico. Uno y otro terreno tienen en mente la alta definición y seguirán trabajando en ella.
Junto con la fotografía pura y dura, las novedades también llegaron de Adobe, con la versión CS4 de su archiconocida suite Photoshop, así como de Sandisk que acudió con nuevas tarjetas de mayor velocidad.
