Intel sigue en el ojo del huracán. El gigante de los chips afronta en los últimos años múltiples problemas que tienen que ver con el rendimiento de sus procesadores, con la capacidad para poner sus procesos de fabricación a la última, con dificultades financieras que le han llevado a agresivos planes de recorte de gastos y plantilla, y con la aparición de una competencia irresistible en varios frentes: AMD (en PC y servidores) y sobre todo Nvidia en inteligencia artificial. Además, Intel Foundry, la división creada en 2021 para fabricar chips de terceros, y hacer frente así a la competencia de TSMC y Samsung, ha tenido resultados por debajo de lo esperado.
Las dificultades se le acumulan al CEO Lip-Bu Tan, que se estrenó en el cargo en marzo de este año. Además, en los últimos días, Intel ha vuelto a ser noticia por dos motivos que tienen que ver con el intento tanto interno de la compañía, como institucional (a nivel del Gobierno de los Estados Unidos), de seguir manteniendo en primera línea al buque insignia de Silicon Valley durante décadas.
Y es que se acaba de conocer que SoftBank, el gigante japonés de capital de riesgo, planea realizar una inversión de 2.000 millones de dólares en el fabricante de chips. Según datos de CNBC compartidos por CRN.com, la inversión le otorga a SoftBank aproximadamente el 2% de las acciones, por lo que se convertiría en el quinto mayor accionista al cierre de la compra.
«Estamos muy contentos de profundizar nuestra relación con SoftBank, una empresa que está a la vanguardia de tantas áreas de tecnología e innovación emergentes y que comparte nuestro compromiso de avanzar en el liderazgo de la tecnología y la fabricación de Estados Unidos», ha dicho el director ejecutivo de Intel, Lip-Bu Tan, en un comunicado. Tan también señaló que él y el presidente y director ejecutivo de SoftBank, Masayoshi Son, «han trabajado de cerca durante décadas», y afirmó que aprecia la confianza que ha depositado en Intel con esta inversión.
Hay que recordar que SoftBank es propietario de la empresa británica ARM Holdings, la encargada del diseño de los chips que gobiernan los procesadores que incluyen los smartphones. Y está en proceso de adquirir al diseñador de semiconductores Ampere Computing. Además, el gigante inversor japonés tuvo una aparición estelar en la Casa Blanca en enero, junto con el cofundador y director de tecnología de Oracle, Larry Ellison, y el CEO de OpenAI, Sam Altman, para anunciar el proyecto IA Stargate, consistente en la inversión de hasta 500.000 millones de dólares en la construcción de centros de datos de para inteligencia artificial en suelo estadounidense.
Posible participación del Gobierno de EEUU en el accionariado
El acuerdo de SoftBank con Intel se produce en un mes de agosto en el que ha trascendido que Intel está negociando con la administración Trump sobre la posibilidad de que el Gobierno de EEUU tome una participación en el gigante de los semiconductores. Trump mostró inicialmente desconfianza hacia el CEO de Intel, hasta el punto de pedir su dimisión, según publicó en redes sociales, pero luego reculó tras un encuentro con él.
En concreto, el Gobierno de EEUU podría hacerse hasta con un 10% de Intel, y lo haría convirtiendo en acciones las subvenciones diseñadas por el anterior inquilino de la Casa Blanca, Joe Biden. La noticia provocó que las acciones de Intel cayeran ayer hasta un 3%. Aunque en el horizonte está asegurar el futuro de Intel y consolidar su actividad de fabricación e investigación dentro de EEUU.







