Western Digital es una de las firmas de referencia en este ámbito de los dispositivos de almacenamiento. Este fabricante de discos duros físicos (HDD) y electrónicos (SSD) ha estado en el último año en el cogollo más dinámico de la industria, toda vez que, debido a la pandemia, se disparó la demanda de ordenadores y equipamiento para el teletrabajo, la enseñanza en casa o el ocio digital. Y, por lo tanto, la necesidad de almacenar datos.
Western Digital, que en España vende sus discos y tarjetas de memoria a través de mayoristas como Tech Data, Ingram Micro y MCR, ha aprovechado el boom del teletrabajo. “Aquellas personas que tuvieron que quedarse en casa de un día para otro necesitaron contar con soluciones de almacenamiento externo para realizar copias de seguridad de sus archivos importantes, o simplemente para poder ampliar la capacidad de su ordenador”, recuerda Florence Perrin, directora de ventas para el sur de Europa de Western Digital.
Eso sí, Perrin reconoce las dificultades del sector para atender el tsunami de pedidos que despertó la pandemia. “La industria de la electrónica en su conjunto está experimentando una escasez de circuitos integrados, desde la informática para el hogar y el IoT hasta la electrónica en los sistemas de información y entretenimiento”.
Además, Western Digital, con sede central en San José, en California, también se ha beneficiado del buen momento del gaming en estos tiempos de desplazamientos limitados y mucha vida sedentaria. “Ya sea usando un PC o una consola, la gente ha comenzado a pasar más tiempo jugando. Los jugadores que querían actualizar sus sistemas buscaban soluciones SSD NVMe para aumentar la capacidad, acelerar los tiempos de carga del juego y mejorar el rendimiento general. Y a medida que las personas aumentaron sus bibliotecas de juegos han buscado soluciones de almacenamiento como nuestras unidades de juegos WD_BLACK P10 o D10”, explica la directiva.
Sobre el futuro de la tecnología de almacenamiento también se pronuncia Perrin. Y lo hace teniendo en cuenta que Western Digital seguirá apostando al mismo tiempo por los discos físicos y por el SSD. “Los discos duros han existido durante mucho tiempo y no creo que vayan a desaparecer en breve. Creo que hay muchas aplicaciones de consumo que pueden ser mejoradas con soluciones de almacenamiento, y que seguirá existiendo la necesidad de que coexistan SSD y HDD. Si bien los SSD son cada vez más accesibles, hay muchas aplicaciones más adecuadas para discos duros. Cuando se trata de archivar grandes volúmenes de información, un disco duro es una gran solución. Por el contrario, si lo que se necesita es mayor rendimiento y durabilidad, un SSD es el producto ideal”.
El año pasado, Western Digital, que vende toda clase de dispositivos, desde tarjetas de memoria microSD a dispositivos para centros de datos, creó divisiones de negocio independientes para llevar la tecnología Flash, por un lado, y la HDD, por otro. De hecho, Perrin recuerda que el fabricante no ha dejado de innovar en el terreno de los discos duros tradicionales y que, como consecuencia de ello, el año pasado lanzó “la primera unidad de 18 TB del mercado”.
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Capacidad de adaptación del canal
En España, el fabricante, que incluye el catálogo de la marca SanDisk, llega a “una amplia red de socios activos”. En este punto, Florence Perrin recuerda que estos revendedores están ante un importante desafío, que es el de “adaptarse al cambio brusco de las condiciones del mercado” desde que estalló la pandemia. “Me gustaría destacar la fuerza, la agilidad y la resistencia que el canal ha mostrado durante el año pasado. En general, han demostrado tener una gran capacidad de adaptación y, en muchos casos, incluso han encontrado formas de aprovechar oportunidades en una época tan adversa. El cambio que ha sufrido el mercado hacia la vida online se produjo de golpe la primavera pasada y nuestros partners tuvieron que encontrar formas de continuar operando incluso con sus tiendas cerradas”.
Sufre el negocio de centro de datos
El negocio de Western Digital está expuesto en los últimos meses a la marejada que está produciendo la pandemia. En el último trimestre fiscal, concluido a finales de enero, los ingresos totales de la compañía fueron de 3.900 millones de dólares, un 7% menos que en el mismo periodo del año anterior. Sin embargo, los dispositivos personales aportaron unos ingresos un 19% superiores a los del mismo trimestre del ejercicio precedente, cuando la Covid-19 no se había declarado en Occidente. Mientras que la tecnología para centros de datos daba lugar a unas ventas un 46% inferiores.
