La mayoría de los consumidores españoles piensan que les irán bien las cosas en 2004 -tres de cada cuatro piensan que su situación financiera y su calidad de vida mejorarán en los próximos doce meses-. No obstante, en intención de compra, los nacionales se quedan por debajo de la media europea en casi todos los segmentos analizados en El observador de la distribución, que acaba de hacer público el Banco Cetelem y que está basado en 5.000 encuestas anónimas en ocho países del continente.
El informe demuestra que en general los habitantes del norte de Europa, sobre todo de Gran Bretaña, tienen mejores perspectivas que los ciudadanos de España, Portugal e Italia, que son los que más prudencia y pragmatismo manifiestan a la hora de gastar. Así, en el capítulo de ocio y viajes el índice de intención de los ocho países analizados llega al 51 por ciento, mientras que en España se queda en el 37. Mayor diferencia se encuentra en electrodomésticos (34 y 16, respectivamente) o en el ámbito de reformas en el hogar (30 y 15).
Curiosamente, la intención de los españoles de adquirir ordenadores para el hogar sólo está tres puntos por debajo de la del resto de europeos (12 y 15). Según Salvador Maldonado, responsable del estudio, estos datos se explican en parte por el hecho de que los españoles tengan que desviar una mayor parte de sus ingresos a la compra de vivienda que el resto (el 10 por ciento de los españoles consultados declaró su intención de adquirir una vivienda en 2004).
Asimismo, El Observador de la distribución 2004 ha estudiado los hábitos de compra de los españoles. Según se desprende de las opiniones de los encuestados, la gran superficie comercial especializada (tiendas ubicadas en grandes centros comerciales) es la primera opción, sobre todo en la compra de informática (47,4 por ciento (47,4 por ciento) y muebles (41,4). Las tiendas de barrio quedan para los viajes (46) o la ropa (39). Otro dato de interés muestra que Internet sigue sin destacarse como canal de compra. Aunque el 44,6 por ciento de los europeos son usuarios de Internet, sólo algo más de una décima parte de los mismos concreta sus compras en la Red. Muchos buscan y comparan, pero finalmente acuden al comercio tradicional para adquirir el producto.



