Auna ha lanzado una oferta hostil para comprar Ono por un importe de 2.400 millones de euros. La segunda compañía de telecomunicaciones española pretende, de llevarse a cabo la adquisición, hacerle sombra a Telefónica. Y es que de la unión resultante entre ambas compañías se derivaría una cifra de 1,6 millones de clientes directos de telefonía fija, televisión e Internet. Esto supondría el 90% del mercado del cable español, a excepción del País Vasco, Galicia y Asturias.
De los 2.400 millones en efectivo que ofrece el grupo de telecomunicaciones, 1.350 irían destinados a subsanar las deudas de Ono (una gran parte la constituyen bonos de alto riesgo), y el resto se ingresaría directamente en la tesorería de los accionistas de la compañía. Las reacciones desde el seno de Ono no se han hecho esperar. El presidente de la compañía, Eugenio Galdón, declaró que la cantidad propuesta por Auna no guarda ninguna proporción ni con el capital invertido ni con las perspectivas de crecimiento. Asimismo señaló que Ono está más en posición de comprador que de ser comprado.
Según el diario El País, la oferta se aprobó el pasado día 11 por unanimidad de todos los socios de Auna y se hizo pública ayer. El grupo de telecomunicaciones ha dado un plazo de 15 días a Ono para que le comunique su respuesta, a pesar de que la primera reacción de la compañía haya sido desfavorable. Sin embargo, la decisión final está en manos de los socios norteamericanos de Spaincom, principal accionista de Ono, ya que la OPA cuenta con el apoyo del Grupo Santander, que también es accionista.
Si la adquisición no se llevase a cabo, ambas compañías tendrían un difícil camino en solitario. Ono por sus deudas y Auna por la difícil salida a Bolsa en 2005.
