Bill Gates pasó por Madrid con una agenda más repleta que la de un ministro. El chairman de Microsoft se entrevistó en unas pocas horas con el presidente del Gobierno, José María Aznar, firmó con Emilio Botín, presidente del Santander Central Hispano, y se reunió con otros 600 empresarios asociados a la APD (Asociación para el Progreso de la Dirección). Además, a Gates todavía le quedó tiempo para reunirse con su parroquia en el marco del Developer Day 2001, el foro de desarrolladores de Microsoft.
El encuentro con Emilio Botín supone la incorporación de Microsoft al portal Universia, respaldado por el banco español, y el compromiso para dotar de acceso a Internet y PC a la comunidad estudiantil. De esta manera, la compañía de Gates, que en el mundo de la educación suena menos que rivales como Linux o Apple, entrará en contacto con cinco millones de universitarios de España y América Latina pertenecientes a 370 centros de enseñanza.
Gates tiene la lección bien aprendida y en las otras citas del día, con desarrolladores y empresarios, adelantó lo que en su opinión -y en la de su compañía- será el futuro de las TI. El directivo recalcó su compromiso con el estándar XML, que presidirá los desarrollos en el área de la administración electrónica (e-government), llamó la atención sobre el despegue que tendrá en esta década la tecnología de reconocimiento de voz -Gates cree que la voz será la mejor interfaz con el ordenador en el futuro- o los sistemas de videoconferencia y destacó los beneficios del Tablet PC, un dispositivo muy intuitivo para procesar y compartir la información tanto el trabajo como en el hogar.
En la reunión con la APD los periodistas tuvieron ocasión de hacer preguntas, aunque éstas fueron debidamente filtradas por la organización. Gates defendió el modelo de negocio que ha hecho grande a Microsoft software popular y a bajo precio. También adelantó que Windows XP -cuyo desarrollo ha costado más que poner al hombre en la luna– se ha vendido cuatro veces más en su lanzamiento que el mejor de sus antecesores y se aseguró que la frontera entre el PDA y la telefonía móvil desaparecerá totalmente.
Asimismo, Gates no dejó pasar la oportunidad para transmitir un mensaje de tranquilidad ante la crisis y señaló, a pesar de todo, la economía electrónica se impondrá y que las empresas sabrán valorar mejor en el futuro las verdaderas rentabilidades. Sólo criticó el excesivo coste que todavía supone la banda ancha para el usuario doméstico, lo que frena la implantación del estilo de vida digital.


