Buenas expectativas en Toshiba para este año fiscal

Toshiba despidió el año como siempre lo hace con un cocido madrileño para la prensa. La filial de informática se ha enfrentado a un ejercicio difícil, según su presidente general, Xavier Pascual. Las agresivas campañas de precios de los competidores en el área del portátil, la mala coyuntura económica antes y después del 11 de septiembre y la bajada de la demanda de TI, sobre todo en el terreno empresarial, han sido los obstáculos con los que ha tenido que batallar el fabricante japonés en los últimos doce meses. Sin embargo, la evolución del balance ha sido positiva. Pascual es, por encima de todo, un financiero y su intervención en la comida con la prensa se limitó a un rosario de cifras con el que pretendía dar idea de la escalada de la subsidiaria en un año tan incierto. Así, las previsiones apuntan a que este ejercicio fiscal, que se clausura el próximo 31 de marzo, la facturación crecerá un 16 por ciento con respecto al año anterior y se situará en torno a 200 millones de euros (casi 33.300 millones de pesetas). De esta cantidad, un 84,5 por ciento corresponderá a la venta de notebooks, un negocio que Toshiba seguirá liderando.