Lo primero que sorprende de este modelo, además de su estilizado y original diseño es que no sigue la pauta de las gamas anteriores de Canon de utilizar cartuchos de tinta cian, magenta y amarillo independientes. Ahora se incluyen los tres colores en un único consumible.
Los datos oficiales de Canon en cuanto a la velocidad de impresión en calidad borrador son de 16 páginas como máximo para el negro y 11 en color. A máxima resolución es capaz de obtener una captura en tamaño A4 a 4.800 x 1.200 puntos por pulgada en apenas tres minutos, algo que está al alcance de muy pocos modelos en esta gama de precios.
Pero no todo son halagos. Por ejemplo, la bandeja de salida es muy pequeña, y al realizar impresiones en modo borrador la velocidad de expulsión de las hojas hace que éstas acaben por el suelo. También tiene un alto nivel de ruido en funcionamiento, tal es así que el controlador cuenta con una opción de modo silencioso que atenúa en parte este inconveniente, al tiempo que facilita programar en qué horario trabajará bajo esta configuración.
Por último, hay que señalar la introducción de una curiosa herramienta de limpieza automática de rodillos de arrastre de papel.


