Cada vez son más lo residuos eléctricos y electrónicos que se generan en el mundo,
una situación que ha hecho que Canon se alíe con la RSA con el fin de promocionar y concienciar a la opinión pública sobre la gestión mejorada de basura y reciclado en una apuesta para hacer que los residuos eléctricos y electrónicos puedan ser desechados con la misma facilidad que los periódicos. Un claro ejemplo de esta política es el hecho que el pasado año la compañía recogió 1.000 máquinas al mes procedentes de empresas del Reino Unido, unos residuos que fueron reutilizados o reciclados. En lo que respecta al sector del usuario doméstico, James Leipnik, director de comunicación y relaciones corporativas de Canon Europa, opina que «es responsabilidad de las comunidades de fabricantes y usuarios, a través de las autoridades locales y gobiernos centrales trabajar de forma conjunta con el fin de resolver estos problemas medioambientales y proporcionar fácil acceso a los puntos de reciclado». Este compromiso con la naturaleza se iniciará en nuestro país el 13 de agosto de 2005, momento en el cual los fabricantes y distribuidores de aparatos eléctricos y electrónicos tendrán que recoger y gestionar el reciclaje de los equipos antiguos que todos los usuarios deberán entregar en el momento de la compra de uno nuevo. Esto es lo que se recoge en el Decreto Ley 208/2005, aprobado por el Consejo de Ministros el pasado 25 de febrero, y que no hace sino seguir las líneas maestras de varias directivas europeas que incidían en la gestión de residuos. El ámbito de la ley es amplio y propone sistematizar la recogida y aprovechamiento de todo tipo de aparatos que funcionen gracias a corriente eléctrica o campos magnéticos. Y es que cada vez son más los residuos generados.
La iniciativa medioambiental conjunta entre Canon y la RSA culminaba con la presentación del RSA WEE Man, una escultura con forma de persona realizada con residuos electrónicos y eléctricos.
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