El CEO y fundador de PeopleSoft se ha ido por la puerta de atrás. La dimisión de Dave Duffield no coge por sorpresa a nadie, sobre todo después de que el pasado día 13 de diciembre la junta directiva de PeopleSoft diera luz verde a la última oferta de compra de la compañía hecha por Oracle, algo que ya reclamaban mayoritariamente los accionistas del proveedor de software de gestión empresarial y a lo que Duffield y su equipo se habían opuesto de forma numantina durante todo un año y medio. De hecho, la propia Oracle anunció en su momento que, de prosperar la operación, se desharía de los siete miembros del consejo de PeopleSoft. Y es que Duffield y sus directivos defendieron hasta el último momento que su compañía valía «sustancialmente» más que lo que estaba dispuesto a pagar Oracle, aunque finalmente cedió a la oferta de 26,5 dólares por acción (10.300 millones de dólares en total), el doble de lo que la firma de Larry Ellison estaba dispuesta a pagar en junio de 2003.
Por otra parte, y según informa el diario Cincodías, hoy finalizaba el plazo para que los accionistas de PeopleSoft vendieran los títulos al precio acordado, pero hasta el momento sólo el 75% ha realizado la operación, lo que permite a Oracle controlar a su competidor pero no cerrar la fusión. Para que Oracle pueda seguir adelante en solitario tendrá que adquirir el 90% o más de las acciones existentes, lo que, de todas formas, espera alcanzar antes del próximo 4 de enero. Para explicar lo sucedido, un portavoz ha confirmado que algunos grandes accionistas van a esperar al cambio de año por cuestiones fiscales.


