El mercado de las impresoras no deja de crecer. Cosa muy distinta sucede si se atiende a los niveles de ingresos, que año tras año caen de forma irremediable. Así lo reflejan las cifras de la consultora Gartner Dataquest referentes a 2003. Según su análisis, en 2003 se comercializaron un total de 1,53 millones de impresoras de todo tipo en nuestro país, lo que supone un crecimiento del 12,5 por ciento respecto a 2002, ejercicio en que se vendieron 1,36 millones de equipos. Sin embargo, los ingresos fueron de 328,6 millones de euros, sólo un 1,2 por ciento por encima que el ejercicio precedente. Estos números son el resultado directo de la política de los fabricantes por ganar cuota de mercado, algo que repercute positivamente en el bolsillo de los usuarios y no tanto en los márgenes de la cadena de distribución. Por segmentos de negocio, la inyección fue el que más volumen de unidades movió, aunque no de ingresos. En los pasados doce meses se vendió un nueve por ciento más que en 2002, exactamente 1,19 millones, pero la facturación cedió hasta los 126 millones de euros, tres menos que en 2002, lo que supone un descenso del tres por ciento, reflejo de la bajada general del mercado. Este negocio creció fundamentalmente gracias a las ventas en el entorno doméstico, donde las impresoras fotográficas llamaron la atención del usuario. Todos estos vaivenes del mercado hacen difícil prever el comportamiento del mismo, aunque si algo se da por cierto es que la tónica descendente~en los precios seguirá.
En lo que respecta al negocio láser, el que más reporta a la industria, las ventas durante 2003 fueron de 280.959 unidades. Esto significó un crecimiento del 20 por ciento y una facturación de 187,3 millones de euros, sólo 12 más que en 2002, lo que representa un aumento del 17 por ciento. Este segmento es peculiar, en cuanto a que los comportamientos de las unidades y la facturación han corrido parejos. Estas cifras constatan la recuperación de este negocio, aunque no llega al punto máximo que consiguió en 2001.
Así las cosas, el verdadero protagonista del año fue el láser color. Es una tecnología que, debido a la bajada de precios y al empuje de Oki, la primera marca con diferencia en este ámbito con un 43 por ciento de cuota, ha dado la campanada y ha multiplicado por seis sus cifras en el ejercicio. En total se vendieron en 2003, según Gartner, 36.342 máquinas láser color, por 12.431 que la consultora contabilizó el año precedente. Según manifiesta Juan Pedro Pérez, director de marketing de Oki, que previsiblemente cerrará su ejercicio fiscal el 31 de marzo con 107 millones de euros de facturación, el mercado ha evolucionado muy positivamente, sobre todo en color. En este sentido, Oki ha mejorado sus resultados operativos, concretamente en un 71,7 por ciento, gracias a una cartera de productos, dirigida a la introducción del color en la empresa, que permite mayores márgenes que en monocromo.
El responsable de marketing de Oki es optimista para este año y prevé que, como mínimo, el negocio se doble y los precios se estabilicen. Hemos introducido un concepto distinto de máquina que ha abierto el negocio del láser color a la pyme. Los equipos que hemos vendido, curiosamente, han sido en su mayor parte sustituciones de impresoras de inyección de tinta, señala.
Gartner también ha hecho públicos los resultados del tercer trimestre. En el ámbito de la inyección fueron vendidas bastantes menos unidades entre octubre y diciembre que en 2002. La caída de la inyección fue del 12 por ciento, destacando los casos de Lexmark, con una caída del 32 por ciento, y Epson, que bajó un 15 por ciento. En total se vendieron 430. 878 máquinas que reportaron a las marcas 40 millones de euros.
Dentro del negocio global del láser (monocromo y color), la evolución fue bastante distinta. El negocio creció un 22 por ciento y rozó los 93.000 unidades. A pesar de que HP se mantuvo firme como primer proveedor (48.635 máquinas y algo más del 50 por ciento de cuota), Oki fue la marca que dio el paso más largo, con un avance del 81 por ciento y 10.905 unidades vendidas, casi la mitad a color. Los retrocesos en este segmento los protagonizaron Brother y Canon, dos fabricantes que cayeron un 12 por ciento en ventas, situándose en el quinto y sexto puesto del ránking, respectivamente.
En el apartado de láser color, Oki mantuvo el tipo frente a HP y Epson. La casa japonesa mantuvo una cuota en el último trimestre del año del 40 por ciento con 5.028 máquinas comercializadas, más de cuatro veces el registro del último trimestre de 2002. Sin embargo, el resto de fabricantes también disfruto de crecimientos espectaculares, como es el caso de Canon y Epson, que subieron un 391 y un 284 por ciento, respectivamente, o de HP, que prácticamente dobló su volumen y se situó en segunda posición.



