El mercado del móvil está cambiando. Corren nuevos tiempos y aparecen nuevos usuarios que cada vez requieren más prestaciones. En IDC han realizado un estudio según el cual, a partir de 2011, la tecnología LTE (Long Term Evolution) comenzará a ganarle terreno al WiMax. LTE responde a un estándar de transmisión de cuarta generación (4G) que permitirá ofrecer servicios por encima de los 100 Mbps.   En poco tiempo seremos capaces, a través del móvil, de descargar y enviar vídeos de alta definición, hacer videoconferencias, actualizar el GPS en tiempo real o poder ver la televisión. Por ello está previsto que hasta nueve, de los diez operadores más importantes de telefonía móvil, confíen en el LTE. En total más de 100 operadores han apoyado su implantación.    «El mundo se une alrededor del LTE como resultado a la promesa del aumento de la velocidad y capacidad en los móviles, en dirección a una explosión en la transmisión de datos dentro este mundo. Es una parte importante dentro de las soluciones tecnólógicas, que permitirá a los operadores ofrecer servicios más innovadores y aplicaciones de datos más robustas, aumentando los servicios a través de la red móvil», afirma Godfrey Chua, director de investigación de Wireless and Mobile Infrastructure de IDC.   A pesar de las buenas perspectivas, el LTE también tiene algún que otro desafío. Cada uno de los acuerdos con los operadores tiene que ser revisado aún individualmente. Sin duda, la capacidad para reducir costes de entrega de datos es fundamental para darle un impulso a la tecnología. Con el tráfico de datos muy superior, la necesidad de soluciones tecnológicas y operativas con un gasto más bajo es fundamental.   Otros datos del estudio del IDC revelan que el LTE proporciona apoyo a la capacidad de descarga para redes 3G, siendo una tecnología complementaria a corto plazo. También se sabe que marcas como Motorola, NEC o Fujitsu, están incrementando sus esfuerzos para darle salida al mecado al LTE.  
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