La Fundación Cotec ha presentado hoy el Informe Cotec 2004 sobre Tecnología e Innovación en España y el Libro Blanco sobre el Sistema Español de Innovación. El trabajo hace una reflexión sobre las líneas estratégicas que se ha de marcar nuestro país para recuperar en una década el retraso que todavía mantiene. Y las conclusiones han sido claras: ha de experimentar una explosión de su sistema de innovación para que en el 2015 consiga un peso en ciencia, tecnología e innovación que se corresponda con la relevancia que posee a nivel económico. Para ello, José Sánchez Asiaín, presidente de Cotec, ha señalado que en un plazo de 11 años una de cada siete empresas deberían ser innovadoras, frente al 22 por ciento actual. Y que dos de cada tres compañías manufactureras españolas tengan departamentos de investigación y desarrollo, en vez de una de cada diez, como sucede en la actualidad.
Sánchez Asiaín ha afirmado que se trata de un objetivo viable, dado el cambio de tendencia que está experimentado el tejido industrial español, que vuelve a invertir en I+D tras un trienio de parón.
Los esfuerzos de las empresas y las administraciones deben encaminarse a conseguir que al menos el 75 por ciento de los grupos de investigación tengan contratos de I+D con el tejido empresarial, que el sistema educativo español consiga recursos que representen alrededor de 6 puntos del PIB, frente a los 4,5 actuales, o que la Formación Profesional pueda atraer al 60 por ciento de los alumnos de educación secundaria, cuando ahora sólo tiene el 40 por ciento.
En el ámbito de la investigación y el desarrollo, para que la UE consiga el ambicioso objetivo de Lisboa de llegar al 3 por ciento del PIB en 2010, es indispensable que aumenten los recursos empresariales, en financiación y en ejecución, que se desarrollen centros de investigación en empresas y que aumente el empleo privado de investigadores. Para conseguirlo, las Administraciones públicas deben desarrollar políticas encaminadas a ello, sobre todo en nuestro país, donde tan solo se invierte un 1,023 del PIB en I+D.


