Como era de esperar, los ingresos del sector informático español cayeron en 2002, lo que constituye el primer paso atrás de esta industria desde la crisis de 1992 y 1993. En concreto, el mercado interior neto -contabilidad que excluye las exportaciones y la facturación del canal de distribución- dejó de ganar un 7,9 por ciento con respecto al año anterior, para totalizar unas ventas de 8.225 millones de euros, un valor muy parecido al de 2000, según los datos adelantados por Sedisi. Por segmentos, la repercusión de la crisis ha sido muy desigual. Así, mientras que el software mantuvo el tipo y aumentó un 5,6 por ciento, la otra cara de la moneda la representó el hardware, que decreció 18,5 puntos y sufrió con virulencia la constante reducción de precios de los sistemas. Por su parte, los servicios, un segmento que concentra mucho empleo y que desde los años 80 siempre había mantenido una trayectoria ascendente, cayeron un 6 por ciento. A pesar de todo, los servicios representaron la parte del león del negocio -45 por ciento del total-, superando al hardware -35 por ciento- y al software -de 15 por ciento-. En el lado opuesto de la balanza se situaron los consumibles, que aportaron casi un 23 por ciento más de ingresos que en 2001, y el mantenimiento del hardware, que aguantó el temporal y aumentó un 1,1 por ciento. También se resintió el capítulo del empleo, que cayó un 2,6 por ciento, sobre todo debido al comportamiento negativo de los servicios, una actividad intensiva en mano de obra.
Para Jacinto García, director de la Comisión de Estudios de Sedisi, los datos referentes al pasado ejercicio son inquietantes toda vez que separan aún más a España del resto de países europeos en materia de tecnología, un lujo que no podemos permitirnos. Desde el punto de vista de García, la evolución del sector en el último ejercicio refleja el clima económico general, donde la inversión en bienes de equipo se ha visto afectada a todos los niveles. Sin embargo, Antonio Cimorra, adjunto a la dirección de la asociación empresarial, cree, a juzgar por los resultados en los tres últimos meses del año, en los que el sector tan sólo bajó un 0,6 por ciento, que puede haber una recuperación en ciernes. Para los responsables de Sedisi, no es descabellado pensar en un crecimiento para el sector del 4 o 5 por ciento a finales de año. Eso sí, para consolidar este repunte será imprescindible que el hardware deje de caer, algo que podría propiciar la esperada renovación del parque informático.
