El último estudio de la BSA sobre la piratería en Europa pone de manifiesto que el software ilegal en el continente bajó el año pasado 10 puntos, situándose en un 39 por ciento frente al 49 por ciento que representó en 1994, año en el que la asociación realizó su primer informe.
En Europa Occidental, la piratería descendió 17 puntos, pasando del 52 al 35 por ciento gracias a una mayor concienciación de las empresas y los usuarios, «aunque estas cifras no deben causar complacencia, ya que la piratería todavía tiene un gran impacto en la economía de la región, donde una de cada tres aplicaciones es de origen ilegal», declara Beth Scott, vicepresidente de la BSA para EMEA.
«La Unión Europea y los gobiernos locales tienen que mejorar la legislación sobre la protección de los derechos de autor y aunque desde la BSA celebramos la adopción reciente de la Directiva europea, creemos que no será suficiente para frenar la piratería», puntualiza Scott. En España, concretamente, el software ilegal se redujo dos puntos en 2002 respecto al ejercicio anterior y 30 respecto a 1994, situándose en un 47 por ciento.
Aún así, nuestro país está doce puntos por encima de la media europea, donde países como Dinamarca, Reino Unido y Suecia se encuentran con índices del 24, el 26 y 29 por ciento, respectivamente. Las pérdidas económicas por la piratería en España ascienden a un total de 97 millones de dólares (82 millones de euros), siendo el segundo país de Europa Occidental con mayor número de delitos informáticos, tan sólo superado por Grecia con un 63 por ciento de piratería.


