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DaaS: la nueva forma de comprar hardware que acabará imponiéndose



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El device as a service (DaaS) es una alternativa a la compra de hardware de toda la vida. Aquí el cliente paga una tarifa mensual o anual por el uso de la tecnología

Actualizado el 25 sept 2023

Juan Cabrera

Redactor Jefe de Channel Partner



DaaS (Adobe)

El DaaS ha llegado para quedarse. En los últimos tiempos el hardware también empieza a convertirse en un servicio. Todo indica que el modelo de negocio del device as a service, o DaaS, acabará marcando muchas compras de ordenadores y otros dispositivos informáticos por parte de las empresas y organismos públicos. Las ventajas para el cliente son claras, aunque también hay algunas desventajas. La industria TI ya empieza a engrasar la maquinaria para satisfacer esta necesidad.

¿Qué significa DaaS?

Vivimos en época en que cualquier tecnología se ofrece como servicio, desde un software a una conexión de red, pasando por sistemas de computación o almacenamiento. De ahí la proliferación de siglas: SaaS, IaaS, PaaS…

Esta ola de la tecnología como servicio también ha llegado a la infraestructura más básica en las compañías, como los PC o las impresoras. Y por eso se empieza a popularizar el DaaS (siglas que vienen del inglés device as a service). En este modelo, las compañías no necesitan comprar y gestionar internamente los ordenadores, tabletas o smartphones.

El device as a service es una alternativa a la compra perpetua de toda la vida, en que el cliente desembolsa inicialmente todo el coste del equipo. En la modalidad de device as a service, el cliente paga una tarifa mensual o anual por los equipos que va a usar.

El futuro del DaaS es brillante. Según datos de la consultora IDC, en 2025, uno de cada tres dispositivos comercializados a empresas irán integrados en una solución DaaS. Es decir, serán vendidos como un servicio al cliente, y no como hierro adquirido de forma perpetua.

Según la consultora Grand View Research, el mercado global de DaaS pasará de los 126.790 millones de dólares en 2023 a 757.170 millones en 2030, lo que supone un crecimiento anual compuesto (CAGR) del 29% en los próximos siete años.

Origen de DaaS y primeros usos

El origen del modelo DaaS data de los años 2014 y 2015, cuando algunos fabricantes de equipos pusieron en el mercado, de forma testimonial, parte de su producción bajo este esquema. En 2019, justo antes de la pandemia, ya la mayoría de fabricantes tenían en su catálogo el DaaS. Y gracias a las necesidades tecnológicas que impuso la pandemia a partir de 2020, el modelo despegó definitivamente.

Muchas compañías decidieron que era mucho mejor contratar un servicio que se hiciera cargo de la implantación de equipos en los hogares de sus empleados, y que, además, atendiera los requerimientos de estos a nivel técnico. Hoy, el auge del trabajo en remoto y de los esquemas híbridos en las empresas auguran un brillante futuro al DaaS.

¿Cómo funciona DaaS?

Cada fabricante ha configurado una oferta de DaaS específica. Pero en líneas generales, el modelo DaaS funciona de la siguiente manera. El cliente primeramente calcula las necesidades que tiene en cuanto a dispositivos y servicios asociados de mejora y mantenimiento de los mismos. No hay que olvidar que el DaaS no solo consiste en contratar equipos, sino en garantizar sus actualizaciones, ciberseguridad y reeemplazos.

En alguna medida, el DaaS permite a las empresas ahorrarse a parte de su personal de informática, pues es el proveedor del servicio el que asume por ejemplo la actualización del sistema operativo o la protección de los dispositivos. Los servicios de DaaS, además, son escalables y desescalables. Es decir, en función de las necesidades cambiantes de los clientes, se puede incrementar la contratación de dispositivos o rebajarla.

Además, en un modelo DaaS, el proveedor del servicio puede contar con software que monitoriza el rendimiento de los equipos y se adelanta a sus posibles fallos. Esta opción es hoy más factible gracias al desarrollo de la nube. El DaaS también facilita las cosas en la parte financiera y hace más visibles y medibles los gastos. Las empresas, de cualquier tamaño, pagan un pack mensual por cada equipo, con lo que saben exactamente qué van a gastar por el hardware y su mantenimiento básico (seguridad, parches o incidencias).

VDI: otra modalidad de DaaS

Cuando se habla de device as a service o DaaS se suele pensar en dispositivos que llegan al cliente como un servicio. Pero en muchas ocasiones, DaaS también se refiere a los servicios de computación en la nube que permiten llevar un escritorio virtual hasta el equipo del usuario, sin importar demasiado dónde se encuentra o la capacidad del PC de que dispone.

En este caso, el escritorio virtual suele ser ofrecido por un proveedor de servicios cloud, que se vale de soluciones de VDI (Virtual Desktop Infrastructure) de compañías como Microsoft, VMware o Citrix. Aunque también ofrecen esta posibilidad Oracle y HP, o hiperescalares como Amazon Web Services.

El proveedor puede ocuparse de la infraestructura de escritorios, de su mantenimiento, de hacer copias de seguridad o de las actualizaciones del software o el almacenamiento de los datos.

Ventajas e inconvenientes del DaaS

Hay muchas ventajas y algunos inconvenientes para las empresas y organismos que se decidan a implantar un modelo DaaS o de device as a service.

Ventajas:

Los costes son predecibles. El modelo se articula en torno a suscripciones mensajes o anuales y por lo tanto el cliente evita, por ejemplo, el coste inesperado que tienen las reparaciones.

Evita fuertes desembolsos iniciales. La inversión es equipos no requiere el fuerte desembolso inicial que supone su compra en propiedad. Esto interesa a muchas compañías que están apostando por los gastos operativos (opex), en detrimento de los gastos de capital (capex)

Actualización permanente de los equipos. Bajo un esquema DaaS, los clientes mantienen sus equipos permanentemente actualizados, así como el software básico que cargan (sistema operativo, parches de seguridad…). Esto permite a las compañías liberar personal informático y dedicarlo a otras tareas más estratégicas y de más valor añadido.

Favorece una gestión simplificada. Un único proveedor de DaaS se puede encargar de implantar los dispositivos, de mantenerlos y de reemplazarlos por otros nuevos si se da el caso. De esta forma, el cliente sólo tiene un punto de contacto, y no varios con diferentes proveedores.

Facilita escalabilidad y flexibilidad. El DaaS permite a las empresas ajustar en cada momento su parque de dispositivos a las necesidades de su plantilla. Y eso sin incurrir en gastos excesivos. Esto es muy ventajoso en caso de incremento o recortes de plantilla. También es clave a la hora de crecimientos empresariales significativos en cortos periodos de tiempo.

Equipos siempre protegidos. Muchas empresas descuidan aspectos básicos de seguridad, como tener el software a la última, o haber bajado los últimos parches de seguridad. Con el DaaS la preocupación por recibir un ciberataque se reduce.

Favorece el trabajo en remoto. En muchas empresas, las plantillas hacen teletrabajo de forma total o parcial. Y un esquema de DaaS favorece esta forma de proceder y permite a los empleados acceder a todos los recursos desde equipos bien gestionados.

Desventajas:

Costes a largo plazo. Aunque el cliente no paga de entrada grandes cantidades por un hardware nuevo y al día, las facturas no dejarán de llegarle mientras use los dispositivos.

Dependencia de un proveedor. Al estar vinculado el hardware y su mantenimiento a una empresa, pueden surgir problemas si esa compañía no responde convenientemente o entra en una situación de debilidad financiera.

Bajo nivel de personalización. Los proveedores de DaaS suelen comercializar paquetes estándar que no satisfarán a los clientes que quieran configuraciones muy específicas de hardware y software.

Contratos poco flexibles. También puede ser un problema que el cliente no pueda cancelar un contrato cuando desea, o que la cancelación tenga gastos asociados.

Confidencialidad de los datos. Depender de un proveedor externo supone transferirle muchos datos empresariales (ubicación y claves de los equipos, por ejemplo) que pueden comprometer la seguridad en algún punto.

DaaS versus adquisición tradicional de dispositivos: ¿cuál es la mejor opción?

Como decíamos más arriba, el DaaS tiene ventajas frente a la adquisición tradicional de equipos, donde el cliente paga por adelantado todo el importe del hardware. Aunque también tiene sus desventajas. De todas formas, en un entorno donde las compañías cada vez quieren soluciones más flexibles y escalables, y donde los packs de DaaS de los fabricantes cada vez están más afinados, se puede decir que los pros de este modelo ganan con claridad a los contras.

En general, DaaS se presenta como una buena opción para las compañías que buscan mejorar su eficiencia, reducir costes y liberar recursos de su departamento informático para dedicarlo a actividades estratégicas o de más valor añadido.

Casos de éxito de DaaS

BBVA es una de las grandes compañías en España que ha optado por migrar parte de su informática a un modelo DaaS. En concreto, la entidad bancaria contará en sus oficinas de centrales de ordenadores de HP, en un proyecto que se extenderá durante los próximos cuatro años y que supondrá la instalación de más de 5.000 ordenadores personales. BBVA disfrutará, de esta manera, del hardware, pero también de servicios de configuración, entrega, mantenimiento, soporte y retirada de equipos. BBVA además pretende con este proyecto conseguir una reducción del 32% en el consumo de energía de los equipos durante la fase de uso.

Por su parte, Esprinet y sus partners ya han llevado, bajo modelo, tecnología diversa a clientes también diversos. Es el caso, por ejemplo, de una conocida cadena hotelera que necesitaba sustituir y modernizar todas las televisiones de sus habitaciones, como explica José María García, country manager de Esprinet Ibérica. Además, de contratar las televisiones, la empresa turística también contrató varios servicios: instalación, gestión de incidencias y desinstalación de los aparatos al final de contrato. Es precisamente en estos servicios donde, según García, está la más clara diferencia entre el DaaS y el renting.

Esprinet también a atendido otro proyecto que consistió en la renovación en un centro comercial de mupis (soportes publicitarios insertados en mobiliario urbano). En este caso, el cliente también contrató servicios de mantenimiento para garantizar la actualización del software y los anuncios en estos dispositivos.

El mayorista también ha abordado un proyecto de implantación de portátiles en la filial de una empresa europea en España. “La empresa necesitaba instalar inicialmente 15 puestos de trabajo completos, más allá de portátiles y software. La operación incluía accesorios, como fundas de portátiles, licencias, seguridad, etc. Y, debido a la situación inicial en la que se encontraba, no podía hacer un desembolso inicial, sino un pago por cuotas. Además, en hay que tener en cuenta los servicios de instalación y puesta en marcha de los puestos de trabajo”, explica José María García, que añade que su compañía también aplica DaaS a proyectos de movilidad urbana en empresas de reparto o en equipamiento de TPV en supermercados.

Elegir un proveedor de DaaS

Hay múltiples en el mercado. En los últimos años, los grandes fabricantes de PC, como HP o Lenovo, han entrado de lleno en el DaaS y hoy cuentan con ofertas muy afinadas para los clientes. También Acer o Samsung han visto cómo los partners que revenden su tecnología en este país cada vez dependen más de contratos DaaS. E incluso está Apple, que colabora con sus mayoristas en España para llevar sus Mac o sus teléfonos y tabletas a los clientes bajo este esquema.

Pero no son los únicos. En el canal, mayoristas como Esprinet o TD Synnex ayudan financieramente a partners y clientes finales para adoptar este esquema. Un caso significativo es el de Esprinet, que desde principios de 2022 pone mucho foco en DaaS. “Nos adelantamos al resto del mercado, pasando de ofrecer renting financiero a ofrecer renting tecnológico”, decía José María García, country manager de Esprinet. También integradores como Bechtle dispone de su propia solución DaaS, construida con tecnologías de HP, Lenovo, Apple o Samsung.

El caso de Esprinet y la diferenciación por los servicios

Además de las tradicionales soluciones de financiación, como leasing, préstamo o renting, desde hace un año el mayorista Esprinet también ofrece a sus clientes un servicios DaaS propio. “El DaaS permite a las empresas tener la tecnología necesaria, que no tiene por qué ser la última tecnología, sino la más adecuada a sus necesidades y dentro de sus posibilidades financieras”, explica Isabel Monge, directora del área financiera de clientes y controller de Esprinet en España.

Monge destaca que el DaaS aporta, frente a otros tipos de financiación una capa de servicios. Habla de servicios de protección ante accidentes, gestión global de incidencias y todo lo relacionado con la puesta en marcha y recogida de los equipos, para que el usuario no tenga que invertir su tiempo en estas gestiones, todo en una única plataforma.

Las dificultades de poner en marcha un modelo DaaS

El device as a service es una tendencia muy propia de los tiempos que corren, en que todo o casi todo va camino de contratarse como un servicio. Sin embargo, la implantación de este modelo tiene sus dificultades. Para los proveedores, una de ellas es la de configurar ofertas interesantes y suficientemente personalizadas para los clientes. Si el servicio se da con ordenadores personales, hay que decidir cuántos modelos se incluyen. Y atinar con los mismos. Sabiendo que no podrán ser pocos porque las necesidades de configuración y soporte van a variar mucho de un cliente a otro.

Otra complicación para los proveedores está en organizar el ciclo de vida de los equipos una vez son retirados del cliente. En la venta tradicional, el ordenador se mantenía hasta el final de su ciclo por la compañía que lo adquiría, pero ahora puede cambiarse antes y es conveniente haber configurado una operativa para darle salida a esas máquinas, en mercados de segunda mano, por ejemplo.

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