La evolución de Fortinet en España es un reflejo claro del momento de ebullición que vive el mundo de la seguridad. La firma fundada en 2000 por un alto directivo de Netscreen (adquirida más tarde por Juniper) desembarcó en nuestro país en el segundo trimestre de 2004 y ya el año pasado acabó con una facturación por encima de los tres millones de euros. Para este ejercicio quiere llegar a los 6 millones. El canal que va a disfrutar de esa expansión lo forman los mayoristas Afina y Mambo Technology, que sirven a unos 75 resellers de todo el territorio nacional y que se reparten a partes iguales el pastel. Sin embargo, Fortinet, que destina el grueso de sus ventas (65%) a la gran cuenta y la Administración, mantiene una estrecha relación con una decena de distribuidores corporativos entre los que se encuentran BT (Dinsa), Davinci, IECISA, Satec y Telefónica Soluciones. En este segmento de clientes la firma ha primado la venta de dispositivos monofuncionales, sobre todo antivirus y cortafuegos. En la pyme, que supone el otro 35% de los ingresos, la historia ha sido otra. Uno de los aciertos de la compañía que lidera a escala local Emilio Román ha sido su apuesta por el concepto UMT (unified threath management), que facilita a las empresas más modestas la integración en una arquitectura única de casi todas las funcionalidades que hoy se demandan, lo que redunda en un menor precio y en menos quebraderos de cabeza a la hora de llevar la gestión de la instalación. En la presentación de sus resultados, técnicos de Fortinet también adelantaron que las principales amenazas que rondarán en 2006 a los sistemas de información tendrán que ver con los agentes malignos a través del teléfono móvil; el phising, que se trasladará a países donde no ha estado tan presente hasta la fecha; y los ataques de grupos terroristas interesados en propagar ideas políticas.
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