El sector de las telecomunicaciones vive uno de sus peores momentos, al menos así lo indican los resultados presentados por las grandes operadoras. El retraso de la telefonía de tercera generación y, en general, el clima turbio que viven las economías mundiales parecen ser las principales causas que explican esta recesión. Si hace algunas semanas el Grupo Telefónica anunciaba unas pérdidas de 5.576 millones de euros para su ejercicio 2002, los peores resultados de su historia, ahora les toca el turno a Deutsche Telekom y France Telecom. La operadora germana registró en 2002 unas pérdidas netas cifradas en 24.600 millones de euros. Sin embargo, y pese a este resultado, la compañía indicó que ha conseguido recortar costes y reducir su deuda, presentado una mejora sustancial respecto al año anterior. Asimismo, la compañía redujo en 2002 los beneficios antes de impuestos, intereses y amortizaciones, (incluidos efectos extraordinarios), en un 11 por ciento, hasta los 16,1 millones.
En lo que respecta a France Telecom, la cosa no fue mejor. La compañía gala ha comunicado que en el ejercicio 2002 obtuvo una pérdida neta de 20.700 millones de euros, resultado que, según han comunicado fuentes de la operadora, se debe esencialmente a los 18.300 millones de euros que la firma destinó a provisiones excepcionales. Estas provisiones, acometidas sobre todo en el segundo semestre, ascendieron a 1.600 millones para la filial italiana de móviles Wind; 4.400 millones para la de servicios a las empresas Equant y 900 millones para la de móviles Orange en Suiza.
Para sanear las cuentas, Thierry Breton, que tomó las riendas de la segunda operadora europea el pasado octubre, está llevando a cabo una política de reducción de costes y de recorte de deuda, para lo que prepara una emisión de nuevas acciones por valor de 15 millones de euros. Desde diciembre ha conseguido refinanciar 14.000 millones de su deuda, que a finales de año ascendía a 68.000 millones.
