A pesar de los tiempos de crisis que corren, es fundamental invertir en TI para mantener la competitividad de las empresas. Para conocer las claves de este tema, Intel ha organizado una mesa redonda en la que ha participado Carlos Martínez, su director de mercado empresarial, así como Nemesio Arbeloa, gerente de consultoría internacional de Meta Group para el sur de Europa y Joseph Costa, director de arquitectura de sistemas de Vodafone España, quien ofreció su empresa como ejemplo práctico.
Los tres ponentes estuvieron de acuerdo al afirmar que la inversión en TI es clave en tiempos de crisis, porque permite a las empresas conseguir una ventaja competitiva importante frente a sus rivales. Según Martínez, las empresas incurren en más riesgos que ventajas al aplazar este tipo de inversiones. Entre ellos destaca el mayor coste de soporte, aumento de los riesgos de seguridad, incrementa la complejidad de la gestión de TI y se produce una importante pérdida del rendimiento y la productividad de los empleados.
Para Arbeloa, las TI siempre han sido vistas como centros de coste, que aportan poco valor al negocio. «Por eso es tan importante la alineación entre los objetivos de las organizaciones y de los departamentos comerciales de las mismas. Las compañías buscan que las TI hagan más por menos, algo que sólo se puede lograr dedicando recursos a la tecnología», matiza el responsable de Meta Group, para quien está claro que son las compañía líderes en sus sectores las que invierten más en TI. Para Nemesio Arbeloa es fundamental no fijarse únicamente en la relación coste-calidad-velocidad, sino conseguir un equilibrio entre ellas, para lo que es necesario contar con un portfolio de soluciones enfocadas a las TI en el que cada una de ellas tenga su riesgo y su retorno.
En cuanto al ciclo de vida de los PC, el gerente de consultoría internacional de Meta Group afirma que extenderlo considerando sólo la amortización financiera no tiene sentido. Según estudios de esta consultora, el coste puro del hardware y el software no es mucho más del 20 por ciento del total. Dentro de una organización, el coste del PC no es sólo el hardware y el software, es necesario tener en cuenta el mantenimiento, la sustitución, reparación, configuración, etc. Con todo esto, han llegado a la conclusión de que el ciclo de vida óptimo para el PC está en torno a los tres años, mientras que para los equipos portátiles es de unos dos años. Y es que, según Arbeloa, «aún considerando sólo la amortización financiera, por un año más, el coste total puede ser un treinta por ciento superior». De cualquier modo, la situación de crisis por la que atravesamos, según Meta Group, comenzará a solucionarse en el primer semestre del próximo año.


