La Asociación de usuarios de Internet (AUI) ha alertado sobre la brecha digital que existe en España con respecto a la Unión Europea en el ámbito de Internet. La última oleada del Estudio General de Medios ha desvelado que, por primera vez en los dos últimos años, la población internauta española ha bajado, situándose en 11,96 millones de usuarios (un 32,9% de la población), frente a los 12 millones (33,1% de los españoles) que había cuando se realizó la anterior oleada. La AUI considera que este descenso supone un estancamiento de la penetración social de Internet en nuestro país (en esta materia ocupa el puesto 17 entre los 25 miembros de la UE). Y mantiene esta postura a pesar de que el número de conexiones de banda ancha continúe con un ritmo de crecimiento de 75.000 líneas mensuales porque «el mercado es incapaz de hacer ofertas de interés que acerquen a la población a la media europea de usuarios de banda ancha». Y es que en la Unión Europea más de la mitad de los usuarios de Internet tiene líneas de alta velocidad, lo que ha ayudado a elevar el número de internautas a los 100 millones. Así, en octubre de 2004, 54,5 millones de europeos navegaban por la red con una conexión de alta velocidad, una cifra que supone un aumento del 60% respecto a los 34,1 millones que lo hacían el año anterior. Mientras tanto, en España los usuarios de banda ancha apenas alcanzan el 30% del total de las conexiones (3,21 millones). Además, la situación se agrava debido a que 4 millones de abonados telefónicos no tienen cobertura ADSL y 16 millones ni siquiera tienen acceso al cable módem. Por ello, el 80% de las conexiones de alta velocidad se ubican en zonas metropolitanas, un hecho que incide negativamente en la brecha digital entre las ciudades y las áreas rurales. También es un inconveniente que los precios del ADSL sean de los más caros de Europa.
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