Los fabricantes de PC han reducido en un 25% la tasa anual de fallos de sus sistemas desde 2004, según se desprende de un reciente estudio de la consultora de mercado Gartner, que, no obstante, asegura que sigue habiendo mucho camino por recorrer. Para la firma, un fallo de hardware es cualquier problema que derive en una reparación y requiera el cambio de un componente en el equipo, por lo que puede ser tan nimio como la rotura del seguro de la tapa de un portátil o tan importante como el cambio de la placa base del mismo. Del informe también se desprende que los fallos en los portátiles se mantienen en una horquilla entre el 15% y el 20% durante toda la vida del equipo. Hace tres años los problemas en los notebooks llegaban al 20% de media durante su primer año de funcionamiento, subiendo hasta el 28% en el cuarto año. Gartner advierte que en este ámbito la mejora no ha sido ostensible. Por otro lado, los fallos en los desktop en 2003 eran del 7% durante el primer año de trabajo, mientras que en el cuarto año subía al 15%. En la actualidad, en el primer año de uso de la máquina sólo se produce un 5% de fallos, que llega hasta el 12% en el cuarto año.
En cuanto al tipo de problemas, en los equipos de sobremesa los fallos más comunes se producen por errores con la placa base y los discos duros. En los portátiles, la rotura de la pantalla suele ser el problema más común, aunque los fabricantes de notebooks han mejorado el diseño de forma significativa desarrollando estructuras más resistentes para el chasis del equipo y la pantalla del mismo. Otros inconvenientes en portátiles con menos de dos años de vida suelen estar relacionados con la placa base, el disco duro, el chasis y el teclado. Algunas medidas que los fabricantes han tomado para corregir esto se han centrado en el incremento de las pruebas de diseño y sistemas, el aumento de la cualificación de los componentes y la realización de pruebas durante la reparación de problemas, con el fin de detectar otros potenciales y corregirlos.


