Microsoft sube al estrado para defender su política empresarial

La multinacional de Bill Gates se enfrenta a un juicio en el que cuestionará las sanciones y el intervencionismo al que le ha sometido la Comisión Europea desde marzo de 2004. Sepa cómo se desarrollará.

Publicado el 24 Abr 2006

Microsoft sube al estrado para defender su política empresarial

Microsoft afronta en Europa el mayor juicio sobre sus supuestas prácticas monopolísticas. En realidad, la vista que empieza hoy en Luxemburgo fue promovida por la multinacional del software al recurrir las sanciones que la Comisión Europea le impuso en marzo de 2004, cuando obligó a la empresa de Bill Gates a desembolsar una multa de 497,2 millones de euros por abuso de posición dominante. Además de esta sanción, la Comisión exigió a Microsoft que facilitase a las empresas competidoras toda la información necesaria para que los sistemas operativos alternativos a Windows (como Linux) pudieran ser compatibles y funcionar en red conjuntamente. Ante esto, Microsoft alega que ha presentado hasta 12.500 páginas de especificaciones e información, pero Bruselas no lo considera suficiente. Por ello, a la multa anterior las autoridades europeas han impuesto a la empresa estadounidense otra de 2,2 millones de euros diarios hasta que cumpla sus exigencias, aunque ésta última está aún por ejecutar. Por si fuera poco, la Comisión también ha solicitado a Microsoft que no incluya en su sistema operativo aplicaciones homólogas a las que puedan vender sus competidores, como Windows Media Placer, puesto que con ello doblegaría a su potencial competencia.

Según publica hoy el diario EL PAÍS en su edición impresa, fuentes de Microsoft explican que dar más información supondría revelar las innovaciones que la compañía ha ido creando a lo largo de los años, algo que, según explican, no tiene sentido en una economía de corte capitalista. Para las empresas que se encuentran al otro lado de la trinchera la cuestión es distinta: Thomas Vinje, abogado que defiende a empresas como IBM, Corel u Oracle, ve la estrategia de Microsoft como un encastillamiento en su supuesta posición monopolística para “hacerse con el control de la infraestructura de la economía moderna”, según declara a EL PAÍS. A pesar de todas estas cuestiones técnicas, el verdadero pulso se centra en el papel que corresponde a los reguladores comunitarios a la hora de intervenir en casos de monopolio, en la regulación de las empresas tecnológicas y en los límites del derecho a la propiedad intelectual y cuándo esta protección deriva en abuso de posición dominante.

Como muestra de la importancia del juicio valga un ejemplo: Microsoft ha desplazado hasta Luxemburgo a 50 abogados con la misión de defender sus posiciones frente a trece magistrados, que se encargarán de dictar sentencia en una vista que durará cinco días. El dato contrasta con los cinco abogados de la Comisión que defenderán las sanciones impuestas al gigante del software.

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