Microsoft contrató una empresa de detectives con la finalidad de investigar si las tiendas de la ciudad de Mérida distribuían copias no autorizadas de su sistema operativo Windows XP o su suite Office antes de emprender ninguna acción legal contra las mismas. Los investigadores encontraron que la tienda CH Ordenadores instalaba en los equipos adquiridos por sus clientes copias ilegales de Windows XP y Office 2000. Ante esto, la multinacional del software procedió a realizar la correspondiente denuncia, aunque los responsables de «CH Ordenadores» recalcaron que la querella no es por pirateo, sino por un presunto delito contra la Propiedad Intelectual.
No es el único caso, recientemente la Business Software Alliance (BSA) efectuó un registro en un local de la compañía PRELO S. L., radicada en Lugo, en la que encontró copias ilegales de programas de las compañías Autodesk, Adobe y Microsoft. Según datos de la BSA, las pymes son las más sensibles a la piratería informática, ya que se estima que cerca del 75% de las pequeñas y medianas empresas usan software ilegal.


