Internet Explorer 7 (IE7) y Mozilla Firefox 2 mantienen una guerra muda en el mundo de Internet. Desde el lanzamiento de ambas versiones, a finales de 2006, el navegador de la asociación Mozilla ha ido ganando terreno poco a poco al todopoderoso Internet Explorer, aunque sin destronarle definitivamente. En Europa, Firefox 2 domina en 14 de 30 países, mientras que en el resto lo hace la aplicación de Microsoft, según se deduce de los datos aportados por la auditora gala Xiti. De hecho, el porcentaje de uso del navegador de Mozilla ha alcanzado el 24,1% hasta la fecha en el viejo continente. Los países europeos en los que más se utiliza este navegador son Eslovenia (44,5% de uso) y Finlandia (41,3%). Estos datos contrastan con los referidos a España, donde la tasa de uso del navegador open source es de un 9,5%. En cuanto a la última versión del navegador de la firma de Bill Gates, Francia es el país donde mayor predicamento tiene, con un 33,2%, seguido por el Reino Unido (32,3%) y Suiza (31,5%).
En octubre, la primera semana de lanzamiento de Firefox 2, un 1,9% de las visitas en España se realizaron a través de la nueva versión del explorador de código abierto, mientras que sólo un 1,5% eran a través de IE7. Sin embargo, esta tendencia se corrigió en el mes de diciembre de 2006, cuando el navegador de Microsoft tuvo un fuerte crecimiento, pasando de generar el 5% de las visitas al 19% a finales de 2006. En la actualidad, un 22,7% de la entrada en páginas se realiza con Internet Explorer 7, mientras que un 9,5% son a través de Firefox 2.
A nivel mundial, Oceanía es el continente en el que mayor uso de Firefox se hace, con un 24,8%, seguido de Europa, con un 24,1%. Este dato contrasta con los de América del Norte, donde 15,1% de los usuarios accede a la web con el mismo, y África, donde es usado por un 13,1% de los internautas. El dominio del navegador de Microsoft puede explicarse porque el omnipresente sistema operativo Windows incluye la funcionalidad de actualización automática, con la que los usuarios pueden instalar de forma desatendida el navegador sin necesidad de buscarlo en la web del fabricante. Por su parte, para conseguir Firefox el usuario debe tomar la iniciativa: localizarlo, descargarlo e instalarlo. Sin embargo, una peculiaridad del IE7 puede hacer que su implantación no sea tan masiva y se opte por la competencia. Se trata de la función que sólo permite instalar el navegador de Microsoft en aquellos equipos con una licencia legal de Windows. En caso de que el usuario no cuente con un Windows original, no podrá disfrutar de las ventajas de Internet Explorer 7.


