Miguel Milano, vicepresidente y director general de Oracle, insiste en que quiere que Oracle sea, no sólo la compañía más grande de software de España, sino también la más admirada. Por eso, en la presentación de resultados del ejercicio 2007 han brillado tanto los números de crecimiento de la filial, como el afán del directivo por demostrar que Oracle está de moda, que es una empresa de la que nadie quiere salir.
Los últimos doce meses han sido de ensueño para Oracle Ibérica, superando, y con creces, los objetivos que la misma directiva se había fijado el año pasado. A tenor de la batería de cifras que Oracle ha presentado, se nota que las cosas en la casa van bien y que no hay mucho que esconder. Doblando el crecimiento de la facturación previsto, la filial ha mejorado sus ingresos un 30% hasta conseguir los 268 millones de euros. En el área de nuevas licencias, termómetro que mide el verdadero estado de salud de la industria del software, según Milano, el fabricante ha aumentado sus ventas en un 42%, siete veces más que la media del mercado. Asimismo, la división de tecnología también ha celebrado sus éxitos, con la línea de middleware creciendo al ritmo del 42% y la de bases de datos, mucho más madura, haciéndolo en un 29%.
Aún así, los datos más espectaculares corresponden a la unidad de aplicaciones empresariales, que este año ha vendido más licencias que en toda la historia de la compañía. Gracias a eso, los ingresos han experimentado una mejora del 189% (un 60% sin tener en cuenta las adquisiciones), con las soluciones CRM de Siebel creciendo un 100%. En este sentido, la compañía también presume no sólo de haber retenido a toda plantilla procedente de Siebel, sino también de ser una de las empresas españolas con menor rotación de personal. Milano ha explicado, además, que a los 250 empleados que han entrado a formar parte de la organización el año pasado se sumarán otros tantos durante el ejercicio en curso. El máximo responsable de Oracle Ibérica lo ha dicho claro: quiere a los mejores del mercado.
Entre tanta celebración, el apartado de la pyme sigue siendo una espinita clavada para el fabricante en el área de tecnología (que comprende las soluciones de middleware, y bases de datos, entre otros). Los crecimientos de las ventas de estos productos en la pequeña y mediana empresa apenas han sido del 5,3% (el 82% de las transacciones fueron de menos de 5.000 euros), cuando estaba previsto que se llegara al 30%. Quizá una sobrevaloración de la capacidad del canal ha sido la causa de esta ralentización, pero la firma ya ha dado pasos para cambiar la situación. De los 250 partners que mueven el negocio en esta área, 15 se especializarán en el de mediana empresa (que tendrá un peso en la facturación del 65%) y otros 25 serán el canal que pondrá más foco en la pequeña, a la que dirigirán soluciones que integren la tecnología de Oracle. Además, el fabricante quiere incrementar el número global de socios para tener mayor capilaridad y conseguir así su objetivo de crecer un 26% este nuevo año hasta los 10 millones de euros. Como ha aclarado Milano, «aún queda mucho por hacer en ese canal».
Quizá lo más chocante de la presentación de estos buenos resultados han sido las previsiones para 2008, bastante conservadoras a tenor de lo acontecido en 2007. Milano cree que el negocio empieza a madurar y que es más lógico pensar en números no tan altos, aunque ha asegurado que estas modestas expectativas no se deben a la creencia por parte de algunos de una inminente crisis económica en el país. «No hay ninguna señal que nos indique que esto va a suceder», aseguraba. Las previsiones de facturación para 2008 son las de llegar a los 300 millones, tras un crecimiento del 16%, y las de aumentar el número de nuevas licencias en apenas un 7%. En el apartado de aplicaciones las expectativas son de nuevo muy conservadoras, conformándose la compañía con una mejora orgánica del 10%, la misma cifra en que se espera incrementar el negocio de tecnología.
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