La segunda generación del Proliant ML 330 G2 se presenta como una máquina diseñada y construida con el respaldo de un marca, pero a un precio ciertamente atractivo y asequible. Como todos los modelos de esta gama incorpora la última generación de procesadores Pentium III, que se distinguen por ser capaces de trabajar a mayores frecuencias de reloj, contar con una tecnología de fabricación más depurada (0,13 micras) y disponer de diversas mejoras, como el aumento de la memoria caché de segundo nivel.
Tanto por su precio como por los componentes de alta calidad, este equipo se presenta como una excelente alternativa para pequeñas y medianas empresas que precisen un servidor de mediana potencia para solventar todas sus necesidades de almacenamiento, aplicaciones o seguridad en red. A ello, se suma un servicio post-venta a la altura de las circunstancias.
Carente de monitor, teclado o ratón, Proliant ML 330 G2 cuenta por defecto con un «micro» a 1,4 GHz, 128 Mbytes SDRAM ECC (con corrección de errores) y un disco duro de 40 Gbytes. Aunque estas características técnicas puedan parecer limitadas para el funcionamiento de algunas aplicaciones, no hay que olvidar que el objetivo es que sea el propio cliente el que elija las especificaciones que mejor cubran sus necesidades. Así, es posible instalar hasta dos procesadores Pentium III, 4 Gbytes de memoria y hasta cuatro discos duros Ultra ATA. Para ello, cuenta con un sistema RAID ATA integrado, que permite acelerar el sistema de almacenamiento o, alternativamente, elevar al máximo la seguridad, duplicando la información almacenada en el disco.
Ahora bien, a la hora de ampliar no todo es memoria, procesador y disco. Por ello, este servidor dispone de cuatro PCI de 64 bits y uno de 32 bits para pinchar toda clase de tarjetas. Paralelamente, las interfaces de comunicación son las más habituales puertos serie, paralelo, dos USB y los PS/2 para el teclado y el ratón.
Dos de los puntos que marcan la diferencia entre este servidor y un equipo de sobremesa son la excelente caja y placa base seleccionadas. De esta forma, el chasis está especialmente diseñado para lograr la óptima refrigeración de los componentes que alberga. Por su parte, la placa base merece los elogios habituales de aquellas plataformas gobernadas por un chipset de ServerWorks, una compañía centrada en componentes para servidores, de manera que las prestaciones se disparan, ya que los accesos a memoria, disco y periféricos están especialmente optimizados para obtener los mejores resultados en una máquina de estas características.
Finalmente, cabe destacar el especial interés que HP ha mostrado por el software integrado en este servidor. Así, el cliente puede optar por integrar como sistema operativo Windows NT Server 4.0/NT Server 4.0 Terminal Server o 2000 Server, además de Novell Netware o Linux en determinados modelos. Junto a ellos, se sitúan diversas utilidades, como Insight Manager o los agentes de gestión, que ayudarán a mantener el servidor en correcto funcionamiento o minimizar los tiempos de puesta a punto.


