Aunque el negocio de láser color va a todo tren, Oki, que lideró este segmento en el segundo trimestre del año con un 49 por ciento de cuota, no quiere dejarse dormir en los laureles. Por eso la firma ya tiene disponible la impresora C5300n monocromo, un equipo basado en tecnología LED que es capaz de convertirse en una impresora en color con la simple instalación de los consumibles correspondientes. Este máquina sale a un precio de 650 euros (IVA no incluido), 449 menos que en su configuración en color, y permite imprimir 20 páginas por minuto (12 páginas si se añade el kit de color). Según Juan Pedro Pérez, director de marketing de Oki Ibérica, la compañía estaba detectando en muchos clientes, sobre todo de la gran cuenta, dudas sobre si lanzarse inicialmente al color o no. Sin embargo, el directivo está convencido de que entrar en una empresa con una máquina de este tipo es un paso hacia el color, y es que Pérez ve posible que, en el plazo de un año, al menos seis de cada diez compradores de la C5300n se pasen a la impresión color. La iniciativa sólo ha sido puesta en marcha por el momento por la filial española, eso sí, con el beneplácito de la dirección corporativa. Asimismo, Oki ha anunciado la renovación de toda su gama de producto en un plazo de cuatro a cinco meses.



