Se trata del único modelo con 21,3 pulgadas que aparece en esta comparativa. Posee un tamaño de punto poco habitual en este terreno, 0,27 mm, de manera que aporta una resolución nativa de 1.600 x 1.024. Lo primero que llama la atención es su elegancia (propia de la compañía), a pesar de que el pie que la soporta no lo sea tanto.
De la misma forma que ocurre con el modelo de Viewsonic, permite girar la pantalla para situarla de forma vertical, aunque el sistema utilizado ofrece mayor robustez y fiabilidad.
En el apartado de pruebas, este dispositivo ha conseguido unos excelentes resultados, aunque los parámetros que incluye de fabrica están algo descompensados en cuanto a brillo y contraste. También se ha comprobado un ligero parpadeo y distorsión en máxima resolución, pero se pueden eliminar con la función de auto-ajuste.
Su precio es el único dato que provocará que el usuario se lo piense dos veces antes de adquirir esta SyncMaster 210T. Son nada menos que 2.500 euros. Y la duda se hace mayor si se tiene en cuenta que por 200 euros menos es posible comprar una Airis de 23 pulgadas, o por 100 más la excelente propuesta de LG y su formato panorámico.
