    Los datos de PC que acabamos de conocer referentes al primer trimestre de 2010 invitan a la esperanza. En total se vendieron 1,5 millones de máquinas, un 38% más que en el mismo periodo de 2009. En esta carrera, España, al contrario de lo que pasa con la macroeconomía, lidera la recuperación del mercado europeo. Para muestra un botón: en el mismo periodo, Portugal, donde el Estado ha cortado de raíz las inversiones, el PC ha caído un 46%, mientras que un mercado tan dinámico como el británico sólo avanzó un 11%.
Sin embargo, a pesar de lo espectacular de la cifra española, los detalles de la estadística que aporta IDC muestran debilidades. Por ejemplo: no es saludable que sea el consumo el que tire en solitario de la demanda. Y es que mientras que los portátiles para empresa sólo crecieron un 13,5% y los desktop para el puesto de trabajo llegaron incluso a caer un 8%, los notebook para el hogar crecieron un sorprendente 66%.
El tirón del consumo hace que el canal pueda mover producto, pero los márgenes, los contratos de mantenimiento y las ventas cruzadas sólo se dan cuando se activa la compra de las compañías. Se empieza a notar cierto repunte en las ventas corporativas con motivo de la aparición de Windows 7, pero la demanda de informática del tejido productivo sigue siendo, en líneas generales, muy tímida.
Queda por ver también qué parte de las ventas se deben al programa Escuela 2.0, de dotación de netbooks a alumnos de primaria. Por la información que, a cuenta gotas, nos va llegando, las marcas están colocando muchas decenas de miles de equipos en colegios de toda España. Tampoco es un buen signo, pues se trata de una inversión con fecha de caducidad y que puede ser revisada en cualquier momento a consecuencia del parón presupuestario de la administración central y autonómica.
Otro detalle que no aportan las cifras de IDC, pero que convendría tener en cuenta, es qué facturación está dejando este millón largo de PC que se vende cada trimestre. Con unos precios que, por término medio, bajan un 15% cada año y con la popularización de formatos low-cost como el de los propios netbooks, el escenario tampoco es amable. Como consecuencia, el canal cada vez tiene que vender y mover mucho más producto para hacer la misma facturación, con el incremento de costes fijos que eso conlleva. Como decimos, la foto general de las ventas de microinformática en el primer trimestre sale bien, aunque si nos fijamos en los detalles se descubre que no todo es de color de rosa.
