Por Creu Ibáñez. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, decidió que ya había llegado la hora de dar un pequeño toque de atención a los bancos. “No es momento de grandes beneficios, este es el momento de apoyar el crédito y la financiación de las empresas y de las familias en nuestro país”, aseguró Zapatero justo 24 horas antes de reunirse en La Moncloa con los presidentes de las principales entidades financieras para hablar sobre la evolución del crédito. Y es que ante la situación económica, cada vez más acuciante si cabe, son muchas las voces que se están alzando contra la actuación de los bancos, sobre todo criticando la mala gestión que están llevando a cabo las entidades financieras en la distribución de los fondos que el Gobierno está poniendo a disposición de las empresas para facilitarles el acceso a créditos y préstamos. Lejos quedan las frases hechas de los políticos presumiendo del gran sistema financiero que tiene España. Ahora se le están empezando a ver las orejas al lobo, y después de propuestas más propias de otras épocas (como las del ministro Miguel Sebastián pidiendo a los españoles que consuma 150 euros al año únicamente de productos nacionales), se tienen que poner en marcha medidas que verdaderamente ayuden a levantar la economía española, y así evitar más cierres de pymes que no pueden sobrevivir, ahogadas tanto por los retrasos de los cobros como por la acumulación de los pagos a proveedores. Es la pescadilla que se muerde la cola y la única salida a esta espiral es un verdadero apoyo en el acceso a los créditos y préstamos con condiciones más ventajosas, aunque éstas no hinchen las cuentas de beneficios de los bancos en la medida en la que están acostumbrados (el Banco Santander cayó en 2008 un 2%, sin embargo ingresó más de 8.800 millones de euros de beneficios).
Prueba de todo ello es que, desde el pasado día 7 de enero, el Instituto de Crédito Oficial puso a disposición de las pequeñas y medianas empresas una línea de crédito para capital circulante. Sin embargo, ya son varias las voces de empresarios que se quejan de las dificultades para acceder a dichos créditos. De hecho, el presidente de la Confederación Española de Pequeñas y Medianas Empresas (Cepyme), Jesús Bárcenas, reitera que son los bancos los que gestionan el 50% de estos fondos, por lo que les exige que cambien el chip definitivamente y “dejen de actuar como lo están haciendo”.
