Desde hace tiempo, en cualquier revista del sector, en muchos foros, en innumerables discusiones, siempre está presente el “cloud”, la virtualización, el auto aprovisionamiento,… y generalmente promovido por alguno de los grandes azules. Desde mi humilde posición, tal vez equivocada, no llego a entender el porqué de tanto “movimiento” sobre este tema, al menos en el corto plazo (aunque tengo mi propia opinión).
Cuando hace algo tiempo, allá por el 99, mis amigos que (por aquello de que yo “sabía de ordenadores”) me preguntaban si invertir en las “puntocom”, siempre les decía: “yo no voy a meter ni un duro; pero tal vez no sepa de esto porque todo el mundo está como loco, así que tú verás…, pero yo sería cauto.”
Algo similar me pasa ahora, y tengo una extraña sensación de “déjà-vu”, cuando los principales agentes se empeñan en hablar del cloud computing, de la “nube”, como “la séptima maravilla”.
No digo que en las “puntocom” no hubiera quien ganase dinero, quien haya realizado un buen proyecto, quien desarrollase un modelo de negocio duradero, pero para muchos supuso un gran fracaso. 10 años después todavía queda mucho por hacer, aunque ya se puede analizar el tema desde otra perspectiva. En mi opinión, lo mismo sucede con el “cloud computing”, con el SaaS, y con algunos otros conceptos muy en boga últimamente: no digo que en ciertos entornos, para ciertos casos, de acuerdo a unas determinadas necesidades, no sea una buena solución (incluso la más adecuada). Pero, centrados en el mundo de las aplicaciones de gestión y organización (ERP, CRM, etc.), presentarlo como la gran revolución para el cliente, creo que responde más a una necesidad del propio mercado TIC, que a una verdadera mejora u oportunidad en términos generales para el primero. En todo caso, dependerá de cada situación y se debería hacer un estudio pormenorizado.
Tal vez dentro de unos años vea con claridad que hoy estaba equivocado, o que no. Pero, como en el caso de las .com de finales de los 90, en el que se confundieron el fin y el medio (cualquier negocio por el hecho de estar enganchado a la “www” parecía que iba a ser una revolución), hay que ser cautos a la hora de decantarse por modelos de cloud, SaaS, etc, y analizar bien los costes de adquisición, los costes de propiedad, los costes de actualización y los costes de oportunidad en el corto, medio y largo plazo.
Así que me quedo con que, en el mundo de las soluciones ERP-CRM-BPM, la verdadera revolución está “en otro sitio”: está en la cultura de empresa, en los modelos de gestión y de organización, en la mejora de procesos, en los procedimientos adecuados, en el conocimiento, en la implicación, en la calidad de servicio, en la excelencia. Y en esto, “la nube”, “el cloud computing”, es una mera herramienta, un medio o recurso tecnológico más, con un ámbito de aplicación determinado; tal vez una posible solución pero nunca “la solución”.


